Condenan a 22 años de cárcel a vigilante que abusó sexualmente a un niño en Masaya

La Jueza de Distrito Penal Especializado en Violencia de Masaya, Claudia Munguía Payán, este viernes condenó a una pena de 22 años y seis meses de prisión al ciudadano Wilmer José Beltrán Barrios, de 36 años de edad, por el delito de violación en perjuicio de un menor de 13 años de edad.

De acuerdo a la acusación fiscal, la noche del 4 de agosto del año pasado inició el plan de horror del sujeto acusado por abuso sexual. El niño menor de 14 años con su relato logró reconstruir la forma en que varias veces sufrió las agresiones sexuales.

LEA TAMBIÉN: Secuelas por torturas a víctimas de la dictadura sandinista deben ser atendidas con urgencia

Al momento de cometer el delito, el acusado laboraba como vigilante de seguridad en un centro de atención público de la ciudad de Masaya. La jueza señaló que para determinar la culpabilidad del sujeto fue necesario la descripción del lugar donde sucedieron las agresiones, mismas que fueron narradas por la víctima.

El testimonio del niño tuvo mayor fundamento y credibilidad cuando coincidió la descripción de los hechos con el lugar fotografiado por oficiales de inspecciones oculares de la Policía.

Le hacía llamadas después de cometer el delito

En el juicio, el niño reconoció a su verdugo y describió con valentía las agresiones sexuales que recibió del sujeto, así como las llamadas telefónicas que le hacía antes y después de cometer el delito, con el fin de amenazarlo o tener mayor control sobre su víctima provocando daños psicológicos.

Por ello, la juez de Masaya dictó la sentencia para el acusado por los delitos de violación en menor de 14 años y lesiones psicológicas que fueron demostradas por la Fiscalía con dos dictámenes médicos legales durante el juicio.

LEA TAMBIÉN: Denuncian que ataques a pueblos miskitos e indígenas son invisibilizados por la dictadura

Medios locales afirman que el hombre cometió el delito cuando se encontraba en sus horas laborales en el centro de salud “Alejandro Dávila Bolaños”, de Masaya. El niño guardó silencio por casi 4 meses, pero luego decidió confesarle lo ocurrido a su mamá, quien interpuso la denuncia ante la Policía de esta ciudad.

La Fiscalía señaló en su libelo acusatorio que el vigilante tomó al menor cuando éste caminaba sólo por la calle y luego lo metió con engaños a un área de respiratorios del referido centro asistencial, donde lo ultrajo sexualmente.