Logran repatriar cuerpo de nicaragüense que fue asesinado en México por delincuentes

La noche de este pasado Martes arribó al país el cuerpo sin vida del nicaragüense Carlos Marconis Antón Catín, de 34 años de edad, quien el pasado mes de noviembre fue asesinado de un disparo y luego fue quemado, en el Estado de Oaxaca, México, en una localidad llamada El Chahuite.

Entre llantos y consternación, familiares y amigos vieron llegar el ataúd donde ahora descansa el cuerpo del connacional que llegó vía terrestre luego de varias semanas de una intensa campaña para recaudar el dinero suficiente y darle cristiana sepultura al nicaragüense que era originario del reparto La Florida, en Chinandega.

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Según su progenitora, Carlos salió del país el 20 de abril de 2022 y tres días después logró llegar al sur de México, en Tapachula, estado de Chiapas, donde permaneció trabajando por al menos 7 meses.

Ante su afán por llegar a Estados Unidos y brindarle una mejor vida a sus hijos, una niña de once y un menor de doce, y ayudarle a su madre Mercedes de la Concepción Espinoza, decidió salir y recorrer hasta llegar a San Pedro donde se ganaba la vida vendiendo comida, pan y café para ahorrar y seguir su camino.

Familiares reconocieron su cuerpo por sus tatuajes

Desde el pasado 5 de noviembre la familia desconocía el paradero del nicaragüense, pues no llegó a dormir donde se estaba hospedando, y fue hasta días después que la familia en Nicaragua recibió una llamada de una funeraria para que identificaran el cuerpo del joven.

Su progenitora recuerda que logró identificarlo por un tatuaje que tenía en su pie, ya que casi todo su cuerpo fue calcinado por una supuesta banda delincuencial. Desde entonces la familia inició los trámites de repatriación para poder sepultarlo en Nicaragua.

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“Era migrante, viajaba hacia EE.UU., para darle una mejor vida a sus hijos, a él le dispararon y lo quemaron en Oaxaca en una localidad llamada el Chahuite”, confirmó la organización Texas Nicaraguan Community en un publicación en Facebook.