“Costa Rica no es base de ningún grupo terrorista”, responde Chaves a las acusaciones de Ortega

El presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, respondió firmemente este miércoles a las graves acusaciones que hizo el dictador nicaragüense Daniel Ortega en cadena nacional de televisión, durante su discurso en contra de Estados Unidos, Europa y Costa Rica, señalando a este último país de ser “una base de terroristas”.

El mandatario tico respondió en conferencia de prensa, que su país “no es base de ningún grupo terrorista”, ni tampoco da refugio a “ningún terrorista”, en cambio fue contundente al afirmar que Costa Rica es un ejemplo al mundo de “democracia”.

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“Costa Rica no es base de ningún grupo terrorista; el Gobierno de la República es absolutamente adherido a las normas de convivencias. Nosotros no le estamos dando refugio a ningún terrorista, y mucho menos para que ataque o planee atacar a ningún país vecino”, señaló el mandatario.

Chaves defiende la democracia

El mandatario tico en cambio afirmó en su discurso que Costa Rica sigue siendo una de las democracias más sólidas de la región, y aseguró que seguirán siendo un ejemplo para el mundo.

“Costa Rica quiere mantener sus relaciones cordiales con todos los países del mundo, y continuaremos en el mundo como un ícono de paz, estabilidad, sin ejército, sin Fuerzas Armadas, y un ejemplo de brillante al mundo de cómo una democracia puede funcionar y debe funcionar”, agregó Chaves.

Ortega Murillo contra la oposición nicaragüense

Durante el acto de clausura del Congreso de la Juventud Sandinista, realizado la noche de este pasado martes en el Polideportivo Alexis Argüello, en Managua, Ortega acusó a Costa Rica de ser una base de terroristas financiada por el gobierno norteamericano y europeo para desestabilizar Nicaragua y boicotear la farsa electoral del pasado domingo.

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El dictador nicaragüense se refirió a los miles de opositores nicaragüense que han huido de la represión para refugiarse en Costa Rica debido al incremento de ciudadanos secuestrados y torturados en Nicaragua por razones políticas en las mazmorras del régimen sandinista.

El término “terrorista” es un descalificativo que utiliza Ortega Murillo contra sus adversarios que han sido condenados a más de 8 años de prisión por delitos políticos. Desde 2018, tras el estallido sociopolítico, el régimen justifica sus políticas represivas argumentando que sigue luchando contra “el crimen organizado y el terrorismo”.