Cuapa celebra las apariciones de la virgen pese a prohibición de la dictadura

Este 13 de octubre la feligresía católica de la iglesia Nuestra Señora de Cuapa, en el municipio que lleva el mismo nombre, en Chontales, celebró la quinta y última aparición de la virgen en su santuario que es visitado por miles de promesantes, pese a las prohibiciones del régimen sandinista de no permitir las peregrinaciones religiosas en todo el país.

La misa estuvo presidida por el obispo de la Diócesis del departamento de Chontales, monseñor Marcial Humberto Guzman, en compañía de varios sacerdotes de esta provincia eclesiástica.

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“Participaron como 3 mil personas provenientes de diferentes partes de Nicaragua, pese a que no se hizo invitación abierta al pueblo de Nicaragua”, dijo una fuente anónima en entrevista a Nicaragua Actual.

Con esta solemne misa, la iglesia de Cuapa concluye la celebración del 42 aniversario de las apariciones de la virgen María al campesino nicaragüense Bernardo Martínez.

La alcaldía municipal de Cuapa es dirigida por el alcalde Melico Zelaya por el partido Alianza Liberal Nicaragüense (ALN), señalado de colaboracionista del régimen sandinista.

Negativa del régimen de permitir procesiones a la iglesia católica

Desde el pasado 17 de septiembre la policía sandinista hizo circular una misiva a las iglesias católicas en el país, mediante la cual prohibe las procesiones por supuestas razones de “seguridad pública”.

En Masaya, las fiestas a San Jerónimo, patrono de esta ciudad, y a San Miguel Arcángel, se realizaron misas bajo fuerte despliegue policial dentro de los templos, en donde también asistieron centenares de feligreses para dar venerar a Los Santos por favores recibidos.

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Lo mismo sucedió en varias partes del país como en Matagalpa, dirigida por el obispo Rolando Álvarez, secuestrado desde el 4 de agosto por la dictadura sandinista. La policía prohibió el pasado 24 de septiembre que la diócesis de este departamento celebrara sus fiestas patronales con una procesión.

No obstante, este no fue el caso de la diócesis de León, dirigida por el obispo René Sándigo, señalado de guardar silencio ante la persecución religiosa perpetrada por el régimen en contra de los sacerdotes y obispos, y a quien se le ve junto a funcionarios sandinista inaugurando actividades políticas.