Policía se jacta de atrapar a 2 secuestradores pero no aclara si son de los indultados por la dictadura

La sancionada policía sandinista presentó este lunes a Henry Meyner Fornos Aguinaga y Michael Fanor López Valdez como los delincuentes vinculados al secuestro de la sub inspectora Elsa María Dávila, ocurrido el domingo 8 de enero en el empalme Guayacán, Matagalpa, pero no aclaran si estos criminales secuestradores son de los que recientemente liberó la dictadura de Daniel Ortega como regalo de navidad.

En redes sociales circula un video del momento en que un oficial de la policía sandinista  saca por el cuello al conductor de un vehículo Toyota Yaris placas JI 10214, quien resultó ser el joven de 22 años, Henry Fornos.

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Junto a Fornos viajaban los delincuentes José David Zeas Mendoza, Iván Hernández Pérez y Michael Fanor López Valdez.

Al momento de la detención policial, los delincuentes Zeas Mendoza y Hernández Pérez se bajaron del automóvil y procedieron intimidar con armas de fuego a la sub inspectora Dávila y a un ciudadano que circulaba por allí en ese momento, identificado con iniciales F.I.A.S., a quien le robaron su camioneta, la abordaron y huyeron del lugar llevándose a la sub inspectora como rehén.

Esto ocurrió el domingo domingo 8 de enero en el empalme Guayacán, kilómetro 119 carretera Sébaco-Matagalpa, y en ese momento la policía logró capturar a Fanor y Fornos.

Más tarde la camioneta robada, la abandonaron los delincuetes en una comunidad de Jinotega llamada Las Palomas, y cerca de allí también liberaron con vida a la sub inspectora.

En el vehículo Yaris la policía encontró un bolso con 405 mil córdobas, dinero que los delincuentes obtuvieron por haber secuestrado y extorsionado al agricultor de iniciales A.H.C., de 54 años.

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Este otro suceso ocurrió en la comunidad Zapote Kum, en la finca El Porvenir, ubicada a 92 kilómetros al este del casco urbano de Siuna.

La Policía Nacional continúa la búsqueda de los delincuentes José David Zeas Mendoza e Iván Hernández Pérez, quienes no se sabe si son parte de los más de 3,500 criminales que  la dictadura de Daniel Ortega liberó en 2022, mientras mantiene encarcelados a más de 230 personas presas políticas, cuyo delito es ser opositores al régimen sandinista.