ONU: En Nicaragua hay impunidad y una sistemática violación de DDHH
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La alta comisionada de las Nacionales Unidas (ONU) para los Derechos Humanos, Nada Al-Nashif, actualizó este lunes un informe sobre la situación en Nicaragua en donde expuso el clima de represión que continúa el deteriorando de las libertades en el país, así como la condición de desaparición de los presos políticos y las torturas denunciadas por organizaciones civiles.
Las oficinas de la alta comisionada documentó las graves violaciones de derechos humanos que han tenido lugar en Nicaragua desde 2018 no solo contra manifestantes opositores, sino también contra líderes indígenas, obispos y sacerdotes de la iglesia católica “y otras personas que han sido objetos de ataques por expresas opiniones distintas”.
“Sigo descorazonada ante la falta de acción” por parte de la comunidad y organismos internacionales “para prevenir estas violaciones”, expresó Nada Al-Nashif.
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La alta funcionaria también denunció el arresto arbitrario de los dirigentes del partido indígena Yatama Brooklyn Rivera y la condena a 8 años de cárcel de la exdiputada suplente Nancy Henríquez; así como la detención arbitraria de 17 mujeres y 54 hombres, incluidos opositores y defensores de derechos humanos que en su mayoría han sido condenados por “traición a la patria y propagación de noticias falsas”.
“Al parecer se organizan juicios penales sin la presencia física del acusado que participa por videollamada. Nuestra oficina ha documentado informes de torturas y amenazas contra prisioneros y familiares para que no denuncien las condiciones de detención”, señaló Al-Nashif.
En cuanto a la persecución contra la iglesia “también persisten”, dijo la funcionaria. Destacó que las limitaciones que impone el régimen sandinista de Daniel Ortega y Rosario Murillo a la libertad de religión “son incompatibles con las obligaciones de Nicaragua bajo el pacto internacional de derechos políticos y civiles”.
“Si bien acogemos con beneplácito la puesta en libertad de doce sacerdotes católicos en octubre pasado” y que fueron enviados a la santa sede del Vaticano, la diplomática denunció el cautiverio en el que aún vive el obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez en las mazmorras de La Modelo.
“Las condiciones de reclusión vulneran las normas internacionales al estar sometido a un confinamiento en solitario prolongado con visitas esporádica y limitaciones de alimentos y atención médica adecuada”, dijo la alta comisionada.
Piden diálogo
Nada Al-Nashif pidió a los dictadores Ortega Murillo instaurar mecanismos democráticos en el país, entre ellos una comitiva de las Naciones Unidas para la construcción un “verdadero diálogo” y asistencia técnica para superar la crisis de los derecho humanos ha sumido Nicaragua desde 2018.
Ante esta situación, los Estados miembros en la ONU denunciaron la falta de derechos constitucionales en Nicaragua bajo el régimen opresor de Ortega que ha no solo ha negado las libertad política y religiosa, sino también las libertades religiosas.
El Estado de Costa Rica reiteró su compromiso con Nicaragua y alegó que “no están siendo olvidados”.
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Por su parte, Chile destacó que la labor por restaurar la democracia en Nicaragua ha sido un trabajo difícil que en cinco años no se ha podido hacer disidencia porque la crisis en Nicaragua se agudiza cada vez más. “Reiteramos nuestra solidaridad con el pueblo nicaragüense y reforzamos el llamado a la comunidad internacional para no cejar en el monitoreo y la exigencia de rendición de cuentas por la violación a los dd.hh. que tienen lugar en Nicaragua”, abogó.
Por otro lado, la República comunista de Corea del Norte manifestó que la ONU debería de ser un mecanismo que abogue por temas temas de cooperación económica internacional y no “meterse” en los asuntos internos de otros países.