Representante de Ortega en la ONU huye de críticas sobre situación de la mujer en Nicaragua

De la forma más irrespetuosa y maleducada posible, la embajadora de la dictadura sandinista en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Rosalía Concepción Bohórquez Palacios, abandonó la sala de la 2020ª sesión, 86º período de sesiones, Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW), luego de esputar críticas contra la institución diplomática que abordó la deteriorada situación de Nicaragua en temas de derechos humanos y la condición de las reas políticas.

Este lunes 23 de octubre se llevó a cabo una reunión con el CEDAW, un órgano de expertos independientes que supervisa la aplicación de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer en todo el mundo, en el que los expertos aprovecharon el momento para expresar su preocupación por la situación de Nicaragua, la persecución y encarcelamiento de mujeres opositoras al régimen sandinista.

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“Reiteramos que Nicaragua está comprometida a la lucha contra la discriminación de las mujeres y a la restitución de los derechos de todos y todas las nicaragüenses como está consagrado en nuestra constitución política”, dijo Bohórquez Palacios ante el plenario.

Ante las críticas generadas por el organismo sobre la forma de gobierno de la pareja de dictadores Daniel Ortega y Rosario Murillo, la representante del régimen en la ONU reiteró que “el fortalecimiento de la paz y la seguridad internacional bajo los principios de justicia, igual y provecho mutuo entre las relaciones entre países y la realización de derechos de los pueblos a la libre determinación e independencia, así como el respeto de la soberanía nacional y de la integridad territorial promoverán el progreso social y desarrollo”.

Luego de expresar su inconformidades contra el podio encargado de hacer un seguimiento en la aplicación de la Convención que protege a las mujeres y niñas de todo mundo, en el que también exige al Estado de Nicaragua cumplir el respeto de los derechos humanos del sector más vulnerable de la población, la representante de la dictadura decidió abandonar el lugar sin justificación alguna.

Aunque la dictadura sandinista se refiere incansablemente a las derechos y oportunidades que tienen en Nicaragua, lo cierto es que los caudillos han mantenido un constante asedio contra mujeres opositoras que han denunciado los crímenes de los Ortega Murillo.

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Según el último informe publicado por el Mecanismo para el Reconocimiento de Personas Presas Políticas, 89 personas reconocidas como presas políticas a la fecha, 16 son mujeres y 73son hombres.