Jefe del Ejército, señalado de participar en masacre de manifestantes, ensalza a madres de oficiales sandinistas

Mediante un farisaico comunicado, el jefe del Ejército Sandinista, Julio Cesar Avilés, brazo represor de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, en conmemoración al Día Nacional de las Madres Nicaragüenses, recordó a las madres que “ofrendaron” sus vidas “defendiendo la dignidad de nuestro pueblo” durante la Revolución en los años 80, mientras las madres de abril por quinto año consecutivo continúan exigiendo justicia por la muerte de sus hijos, asesinados en las protestas de 2018.

“Nuestro infinito homenaje a las madres que ofrendaron sus vidas en la defensa de nuestra amada Nicaragua y a las que perdieron a sus hijos, defendiendo la dignidad de nuestro pueblo”, dijo Avilés durante su visita en el Hospital Militar “Alejandro Dávila Bolaños”, donde entregó presentes a mujeres que dieron a luz el Día de las Madres.

Nicaragua conmemora el Día de las Madres con demandas de justicia por manifestantes asesinados

Avilés extendió un saludo a las madres de los oficiales, funcionarios, suboficiales, soldados, marineros y personal auxiliar; mismos que han sido acusados de reprimir y asesinar a más de 350 jóvenes durante las protestas de 2018, según denuncias de las Madres de Abril.

Distintas organizaciones opositoras han denunciado que la institución militar trabajó de manera encubierta y proporcionó armas bélicas a los llamados “Policías Voluntarios” y a paramilitares, que masacraron con saña a quienes exigieron justicia y democracia, en uno de los peores contextos en la historia del país.

Cinco años de luto

Este 30 de mayo, es recordado por más de 350 madres como un “día de luto”, pues hace cinco años la dictadura sandinista, en conjunto con la Policía y el Ejército, arrebató la vida de cientos de jóvenes y que, hasta la fecha, han quedado en total impunidad.

Recientemente, la señora Elea Valle, una madre campesina que volvió a vivir su profundo dolor este 30 de Mayo, por la muerte de sus dos menores hijos y su esposo, a manos de militares del Ejército de Nicaragua, al servicio de la dictadura sandinista, y que hasta el momento, continúa exigiendo justicia.

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“En este 30 de Mayo, no me siento contenta, no me siento alegre, porque para mí es un dolor fuerte en mi corazón; la mitad de mi vida me la quitaron con esto que me asesinaron a mi familia”, dijo Elea Valle y agregó que no pierde la fe de que pronto Dios hará justicia.

La mujer campesina, de 44 años, ha mantenido la denuncia del asesinato de su familia ante la comunidad internacional. Sus dos hijos, Yojeisel Elizabeth y Francisco Alexander; una joven de 16 años y un niño de 12, respectivamente, y Francisco Pérez, alias “El Charrito”, quien hacía dos años era integrante de un grupo de hombres que habían tomado las armas para combatir al régimen de Daniel Ortega, fueron violados, torturados y posteriormente asesinados por militares de institución armada.

El Ejército de Nicaragua calificó el asesinato de los dos niños y su padre como “un enfrentamiento con una banda delincuencial”.

Distintas organizaciones opositores han denunciado a nivel nacional e internacional la participación del Ejército en la masacre de estudiantes y han solicitado sanciones severas a la institución como tal, pues hasta el momento, Julio Cesar Avilés ha sido sancionado como funcionario.