Luciano García: “resistencia cívica ha dejado en evidencia que Ortega no es un gobernante; es un sicario corrupto y asesino”

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En el marco del 5to aniversario de la resistencia cívica de 2018 en Nicaragua, una de las cosas más importantes que considera el opositor Luciano García, presidente de Hagamos Democracia, es la ratificación de que en Nicaragua se vive un estado de facto, donde la destrucción del Estado de derecho ha quedado demostrada y se ha evidenciado que Daniel Ortega no es un gobernante, sino “un sicario que gobierna a base de fuerza, dinero, extorsión, corrupción y que asesinó a miles de nicaragüenses”.
“Ortega tiene a todo un pueblo reprimido, eso significa que la gente no está de acuerdo. Mientras más pasa el tiempo, menos gente tiene a su favor, o sea, en Nicaragua nadie lo apoya, las únicas personas que apoyan a Ortega son las que él puede pagar, a sus sicarios que están a su alrededor, a su entorno que él puede mantener, pero al pueblo de Nicaragua él lo tiene hastiado”, aseguró García en entrevista con Nicaragua Actual.
Luciano García señala que pese a que a 5 años del estallido social de abril, la recuperación de la democracia va a costar muchísimo, la llama de la resistencia aún sigue ardiendo internamente en cada uno de los nicaragüenses.
A su criterio, ese silencio interno de miles de nicaragüenses durante estos cinco años, desde que el pueblo salió a las calles a protestar contra el dictador, es el reflejo de que Ortega tiene sus días contados y que no tiene la capacidad para mantener esto a largo plazo.
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El presidente de Hagamos Democracia afirma que en Nicaragua no pueden haber expresiones de resistencia en público por el nivel de represión altísimo que ejerce el régimen sandinista en estos momentos; sin embargo, lo que sí hay es un silencio que se convierte en una resistencia pacífica, donde la gente, en voz baja, manifiesta que Ortega está loco.
“No se puede tener resistencia pública cuando hay una represión de este nivel”, afirma García.
Crece resistencia en el exterior
Luciano García considera que la resistencia en el exterior ha ido creciendo, a medida que Daniel Ortega ha desplazado más gente hacia el extranjero. Para él, la mayoría de los líderes exiliados están actuando siempre en contra de Ortega y no existe desviación en ese sentido, inclusive, detalla que hasta los ataques internos entre los mismos opositores han disminuido porque han entendido que el dictador sandinista es el principal adversario y enemigo de todos los nicaragüenses, sobretodo de los que se encuentran en el exilio.
En cuanto a una posible salida del poder de Daniel Ortega, García afirma que todavía no identifica algún signo a corto plazo, pero sí destaca que existe una ruptura que está acrecentando una erosión interna.
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“Me parece que Ortega cada día está teniendo más deserciones a nivel interno y más voces de oposición a nivel interno”, resaltó y añadió que cuando eso escale a niveles altos en los mandos del Ejército y de la Policía, es cuando se va a originar un cambio abrupto en Nicaragua.
El presidente de Hagamos Democracia advierte que aunque las condiciones de la salida de Ortega no están dadas, pero ya van encaminadas y que tanto los poderes fácticos internos se han dado cuenta que Ortega no les va a garantizar de largo plazo la supervivencia y lo van a tener que suplantar.
Presión internacional a una sola voz
El presidente de Hagamos Democracia refirió a Nicaragua Actual que la presión internacional en contra de Daniel Ortega y Rosario Murillo cada día resuena a una sola voz y ya ni siquiera los países que antes eran sus aliados hablan bien por él y eso es algo que a mediano plazo Ortega no lo va a poder sostener.
De esta manera, García explica que esas son las partes que logra identificar de cómo va a ser la caída de la dictadura sandinista, la que compara con la del dictador rumano, Nicolae Ceaucescu y su esposa, Elena Ceaucescu quienes fueron ejecutados por cometer genocidio.