Dictadura sandinista obliga a renunciar a alcalde de Granada
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El no seguir orientaciones de la dictadura y querer ejercer autonomía municipal, le costó el cargo al alcalde sandinista de la ciudad de Granada, Pedro Vargas; la misma situación que se ha vuelto una constante, ya que en enero del 2022, fue separada de su cargo como alcaldesa, la ex edil, Julia Mena.
En tiempo récord, el Concejo Municipal de Granada aceptó la carta de “renuncia” a su cargo de edil a Pedro Vargas, a apenas dos meses de haber tomado posesión como alcalde de la Gran Sultana.
Los concejales, quienes fueron convocados de manera urgente para nombrar a las nuevas autoridades que ejecutarán las órdenes de la pareja dictatorial, eligieron como nueva alcaldesa a Rosario Caldera, quien fuera designada por el Consejo Supremo Electoral, controlado por la dictadura, en las recientes votaciones municipales del 2022, como vice alcaldesa de esa ciudad.
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Caldera viene también de ejercer funciones como delegada departamental del Ministerio de la Familia. En su lugar, fue puesto Fernando Rivas, para fungir como vice alcalde de la ciudad de Granada, y quien antes era el Secretario del Concejo Municipal.
El cargo de Secretaria del Concejo Municipal lo asume la sandinista, Nora Orozco, quien recientemente se desempeñaba como delegada del Ministerio de Salud en Granada.
El ahora ex alcalde Pedro Vargas, durante el 2022 finalizó el período que dejó vacante la profesora Julia Mena, quien formalmente nunca presentó la carta de renuncia a su cargo ante el concejo municipal, por lo que asumió funciones de manera no oficial.
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Vargas fue el candidato impuesto por el partido FSLN para las votaciones municipales en noviembre del 2022, en las que fue designado por el CSE.
La incertidumbre recorre los pasillos de la alcaldía de Granada, ya que más de 545 trabajadores desconocen los cambios que realiza la pareja dictatorial, a través del Instituto Nicaragüense de Fomento Municipal, INIFOM, quien es el portavoz de la dictadura.
