Abren nuevo juicio contra Mauricio Funes por lavado de dinero

La Corte Penal de El Salvador emitió una nueva orden judicial contra el expresidente y prófugo de la justica, Mauricio Funes, quien actualmente se encuentra en condición de asilado y nacionalizado nicaragüense, mientras la dictadura sandinista expatrió a más de 300 opositores.

Mauricio Funes, acusado de lavado de dinero y malversación de fondos, será enviado a juicio nuevamente por aceptar una “avioneta como dádiva a cambio de conceder la construcción del puente San Isidro, sobre el Río Lempa, a una empresa guatemalteca”, dice el expediente judicial.

Según la Fiscalía de la República, la obra de construcción estaba valorada en más de 8 millones de dólares; cantidad por la que hizo el intercambio por la avioneta.

El Juzgado Tercero de Instrucción admitió que cuenta con más de 230 documentos; 34 testigos y prueba pericial en contra de Funes para el nuevo proceso judicial.

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Ortega nacionaliza corruptos pero expatría a nicaragüenses 

El exmandatario salvadoreño, acusado de corrupción, llegó a Nicaragua en el 2016; dos años después de culminar su período presidencial (2009-2014) y en 2019 recibió la nacionalidad nicaragüense.

La dictadura sandinista ha sido acusada, desde su primer mandato, de utilizar a Nicaragua como una guarida de terroristas, criminales, corruptos y prófugos de la justicia como Mauricio Funes; Salvador Sánchez Cerén, expresidente salvadoreño; Gustavo Adolfo Herrera Castillo, exfuncionario guatemalteco señalado de corrupción; Eval Jair Díaz, exministro de la Presidencia del exmandatario hondureño, Juan Orlando Hernández; Alessio Casimirri, ex miembro de la agrupación terrorista Brigadas Rojas de Italia; Mohamed Farrar Lashtar, sobrino del exdictador de Libia, Muammar Gadafi, aliado político de Ortega, entre otros.

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Desde su llegada al poder, Ortega ha nacionalizado al menos a 130 extranjeros, entre terroristas y corruptos, y que ahora figuran como aliados políticos o funcionarios de su gobierno; mientras el régimen expatría a sus propios ciudadanos por oponerse a su dictadura.

En una sola semana, la dictadura sandinista expatrió a 317 nicaragüenses a quienes acusó de “traidores de la patria y prófugos de la justicia”, mientras Ortega utiliza a Nicaragua como guarida de terroristas y corruptos.