José “Pepe” Mujica: “a Ortega hace rato que se le fue la mano”

“Hace rato que se le fue la mano”, dijo en referencia a la dictadura sandinista de Daniel Ortega y Rosario Murillo, el expresidente izquierdista de Uruguay, José “Pepe” Mujica, en referencia a la represión desatada contra opositores y la desnacionalización de al menos 317 nicaragüenses.

“¿La mano? Hace rato que se le fue a Ortega”, fue la respuesta del expresidente uruguayo (2010-2015), tras ser consultado por la prensa a la salida de un acto en la Universidad de la República en Colombia.

Las palabras del exmandatario responden al historial represivo y autoritario de los Ortega-Murillo desde el 2018; año en el que desató una de las peores masacres contra estudiantes y sociedad civil que se manifestaron en contra de su gobierno.

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En ese año, envió a sus huestes paramilitares y policiales a las calles para asesinar a quienes protestaban en contra del gobierno; y por si fuera poco, no satisfecho con los asesinatos, ordenó el secuestro de todos los líderes de la oposición, meses antes de la farsa electoral en noviembre de 2021, donde se coronó como presidente ilegítimo por tercera vez consecutiva.

Mientras tanto, las últimas acciones del régimen sandinista lo han puesto en el ojo del huracán internacional, al violentar no solamente la Constitución Política Nicaragua, sino también al Derecho Internacional de todo ciudadano nacional de su país.

Destierra a 316 nicaragüenses 

Es decir, Ortega hizo oficial una lista de 316 nicaragüenses que fueron desnacionalizados por ser supuestamente “traidores a la patria”; violación de facto al artículo 15 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, donde estable en su punto uno y dos que, “toda persona tiene derecho a una nacionalidad” y que “nadie se privará arbitrariamente” de su derecho.

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A 94 nicaragüenses de los 316, también los declaró prófugos de la justicia y les decomisó todos los bienes e inmuebles y sociedades, adquiridos en el país.

Instituciones internacionales como la Unión Europea advirtieron al gobierno sandinista que corre el “riesgo de profundizar el aislamiento internacional de Nicaragua”, debido a sus acciones.