Salud de Miguel Mendoza es de alarma para su familia

En un pequeño salón “sin ventilación” del Complejo Policial Evaristo Vásquez en el que colocaron dos cámaras de seguridad, así fue la visita que tuvo el prisionero político Miguel Mendoza quien logró ver a su familia.

La acción se da después de trienta días sin conocer su estado, los familiares del preso político fueron autorizados por el régimen orteguista de verlo y conversar con él, no sin antes pasar por una requisa “humillante” en la que se sintieron agredidos “sexualmente”.

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“La justificación que dan es que es una “orientación” o que “por un@ las pagan tod@s”, argumentan en un recuento de violaciones enviado a Nicaragua Actual.

Hoy se cumplen 420 días de la detención injusta e inhumana del periodista y cronista deportivo Miguel Mendoza.

En estos 420 días no se le ha permitido recibir una carta, un dibujo o una llamada de su hija Alejandra. Tampoco el ingreso de una Bíblia u otro material de lectura. pic.twitter.com/eLAibWzTte

— Miguel Mendoza (@Mmendoza1970) August 15, 2022

Salud de Mendoza 

Denotaron que el estado de salud de Miguel Mendoza desmejoró este último mes y eso les causa alarma, comentaron que lo encontraron más delgado debido a que su alimentación es inadecuada, “les redujeron las porciones de comida y la preparación de los alimentos es pésima”, denunciaron.

“Aún presenta calambres en las piernas y fuerte dolor en la espalda. El “médico general” no presta atención a los malestares. Siente mucho dolor en su pie izquierdo, lo aduce al ácido úrico, puesto que “el médico” no ha podido dar un diagnóstico basado en exámenes clínicos”, exponen.

Desde hace más de un año el comunicador especialista en temas deportivos permanece tras las rejas en condiciones perjudiciales para su salud y estado anímico, desde entonces han solicitado sea asistido por especialistas que monitoreen sus enfermdades crónicas como la diabetes, hipertensión y el mismo ácido úrico, sin tener solución específica hasta hoy.

Sin ver a su hija

Otra situación que persiste en el caso de Mendoza es que la dictadura no muestra anuencia para que el reo de conciencia vea a su hija Alejandra de 8 años de edad con quien no se reúne desde hace catorce meses.

Las solicitudes para tal efecto las han hecho de una y otra manera sin embargo, la respuesta es: “no tiene autorización”. Alejandra ruega en sus pequeños escritos y dubujos que le permitan abrazar a su papá pero no es escuchada por la pareja dictatorial.

Esto ya le generó consecuencias, su sistema de defensa está deprimido y psicológicamente la presión la obliga a pensar que su progenitor ya no está vivo, idea que ha sido aclarada por su mamá la también periodista Margin Pozo pero que para creerlo debe constatarlo por ella misma.

“Siguen negándole el derecho a ver a su hija de 8 años, cumplió 14 meses de no abrazarla. Cuando se le preguntó a la persona que llamó para informar sobre la visita, alegó de forma grosera que “sin la orden de un juez” no podía ingresar. Cabe mencionar, que el abogado de Miguel, ha hecho llegar de forma legal, 11 solicitudes y hasta la fecha ninguna ha tenido respuesta”, refuerza la familia.

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Pese a todas las vigentes violaciones de sus derechos humanos Miguel conserva una “fe inquebrantable”, culminó diciendo la familia.