“No hay gobierno en Nicaragua, solo un par de delincuentes que han secuestrado todo un país”: Luciano García

Con el show de cuatro horas para celebrar el 19 de julio, que montaron Daniel Ortega y Rosario Murillo, demostraron una vez más lo aislado y debilitado que está el régimen tanto a nivel local como internacional, y deja evidencia que lo único que sostiene a la dictadura son el poder de las armas y las lealtades compradas, según opinaron algunos analistas consultados por Nicaragua Actual.

La celebración del 43 aniversario del triunfo de la revolución sandinista, se caracterizó por la ausencia de actores internacionales de relevancia, más de dos horas de música en su mayoría de los hermanos Mejía Godoy, y por asistentes escogidos para presenciar de lejos el monólogo de la dictatura de Ortega.

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El exdiputado Eliseo Núñez considera que, tras analizar el trasnochado discurso de Ortega, “básicamente rechaza toda posibilidad de una salida cívica, negociada, y prefiere seguir con una crisis en la que él enfrenta a su propio pueblo, una crisis que se eligió en un proceso electoral sin votantes y sin opositores”.

“Tristemente esta celebración del 19 de julio es el reflejo de la crisis que atraviesa nuestro país. Ese escenario burdo, lleno totalmente de una incoherencia política, solo nos muestra a una pareja de desquiciados tratando de controlar a una nación. Definitivamente no hay gobierno en Nicaragua, lo que existe son un par de delincuentes que tienen secuestrado a todo un país”, considera Luciano García, presidente de Hagamos Democracia.

Régimen débil y con fracturas

García considera que Ortega demuestra una vez más lo solo que está. No solo lo aislado a nivel internacional, sino sin el respaldo de la población. “Lo único con lo que cuenta es con lo que él puede pagar y quedó demostrado en ese pequeño teatro que hizo este 19 de julio”, expresa.

“Yo creo que el régimen está totalmente fracturado, está debilitado, y solo se sostiene solamente por el poder de las armas, la compra de lealtades en el Ejército y la Policía, a través del dinero sucio que consigue y la corrupción y lo que le puede dar a su gente a través de los puestos del Estado”, analiza el presidente de Hagamos Democracia.

El exdiputado Núñez también comenta que Ortega de manera tajante y vulgar rechaza un discurso que hasta hace poco le apoyaba a él, y que de alguna manera le daba la posibilidad de una salida negociada, al entrar en diálogo con Estados Unidos. “Ortega está en una deriva autoritaria”, expone Núñez.

El exdiputado agrega que también “llama la atención que Ortega califica la invasión de Rusia a Ucrania como la guerra de la humanidad contra la hegemonía.

“Es decir un calificativo totalmente absurdo, y está en pleno enfrentamiento con Estados Unidos, quien básicamente no lo ha agredido en el sentido literal de la palabra, sino que le han aplicado sanciones a funcionarios, relativas a violaciones a los derechos humanos, no ha sancionado al país como tal”, expresa Núñez.

Régimen en decadencia

Por su parte Ana Quirós, miembro de la UNAB y directora de Cisas, opina que “lo que vimos en el acto de ayer es un régimen en decadencia, absolutamente aislado, con solamente una presencia internacional, no vino ningún actor internacional de relevancia. Han tenido que recurrir a personajes del pasado bastante lejanos como Bryan Wilson, para tener a alguien en la tarima”.

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“Hemos visto una presencia raquítica, designada a dedo para la asistencia a la actividad. Sabemos que hay un miedo feroz y terrible a las plazas vacías, que es lo que les pasó en julio del 2019, pues la gente iba movida nada más por el ánimo de vacanal, más que por rememorar una actividad que marcó y marca la historia de Nicaragua”, indica Quirós.