Policía sandinista gradúa a más de 900 guardias al servicio de Daniel Ortega

Este jueves la Academia Nacional Walter Mendoza de Managua, anunció la graduación de 937 nuevos efectivos de la policía sancionada al servicio del dictador nicaragüense, Daniel Ortega.

Desde el inicio de las manifestaciones antigubernamentales en abril del 2018, la institución policial de Nicaragua ha sido calificada por la ciudadanía nicaragüense como el principal órgano represivo en el país.

Un total de 327 mujeres y 610 hombres se graduaron este 9 de junio del primer curso Básico de Policía 2022, en un acto presidido por el Subdirector de la Policía Comisionado sandinista General Aldo Sáenz Ulloa, autoridades de la academia y la madre del teniente Marlon Requene López, asesinado en 2018 en la unidad policial del municipio de Morrito.

“Ustedes se están integrando a esta gran familia que es nuestra policía, a un trabajo difícil, a un trabajo extenuante, a un trabajo que requiere de sacrificio y abnegación, pero con una gran satisfacción de servir a este pueblo valiente, heróico, pueblo trabajador que construye su porvenir día a día”, refirió Sáenz Ulloa.

Medios oficialistas destacaron que “estos nuevos agentes policiales serán integrados a reforzar los planes de seguridad ciudadana en la capital y otros municipios”. 

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Sin embargo, organizaciones opositoras e internacionales han denunciado que la policía en Nicaragua responde a los intereses partidarios de Ortega y su esposa, Rosario Murillo.

Por ello, en marzo de 2020 el Departamento de Estado de Estados Unidos sancionó a la institución policial por considerarla “una de las principales herramientas que utiliza el régimen de Ortega para reprimir violentamente” a la población nicaragüense.

Por su parte, Ortega autodenominó a la policía “héroes de la paz”, durante un reciente mensaje lleno de apoyo a la institución y con frases represivas en contra de la ciudadanía opositora.

El pasado 26 de mayo, la vocera del régimen, Rosario Murillo, anunció que aproximadamente 1,026 nicaragüenses se graduaron como nuevos agentes policiales para “garantizar la seguridad ciudadana”.