Chino Enoc vive en carne propia el mismo odio que destila Rosario Murillo contra los opositores

El abogado Marlon Sáenz, conocido en las redes sociales como el Chino Enoc, fue asediado por agentes de la guardia de Daniel Ortega mientras se encontraba en su vivienda este lunes 18 de abril en horas de la noche, al igual que personas opositoras al régimen lo fueron este mismo día por órdenes de la dictadura.

La denuncia la hizo el mismo Chino Enoc a través de una transmisión en vivo en su cuenta de Facebook en donde detalla, mientras enfoca, donde están los agentes policiales en las afueras de su casa.

“Bueno, así estoy ahorita en estos momentos, hoy es 18 y vamos a hacer el video del golpe, bueno, ustedes pueden ver aquí frente a mi casa los policías, entonces ahí están los compañeros”, dijo el Chino Enoc mientras grababa a los agentes policiales.

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El asedio que lo ha venido denunciando Sáenz en su contra desde que ha emitido fuertes declaraciones en contra de Rosario Murillo, a quien desconoce como una autoridad dentro del FSLN y de quien asegura ocupa la vicepresidencia de forma ilegal, a la vez que la acusa de haber destruido el partido.

Las aseveraciones las hace el Chino con más fuerza desde que Murillo ordenara desarticular las estructuras del “sandinismo histórico” recientemente y prohibiera cualquier tipo de reuniones de estos. Ademas denunció que le enviaron a un “sicario” que podría intentar matarlo por órdenes del gobierno de Ortega y Murillo.

En días recientes, Sáenz advirtió a sus “compañeros” sandinistas históricos que se encontraba en Managua realizando gestiones personales con su familia que vino a visitarlo desde Costa Rica, pero que tuvo que evitar regresar al hotel donde se encontraba hospedado por advertencias de que lo estaban esperando patrullas policiales para detenerlo.

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Este lunes 18 de abril que se cumplieron cuatro años del estallido social, este día familiares de personas presas políticas, asesinados, excarcelados y periodistas fueron víctimas de asedio por parte de guardias de Daniel Ortega y Rosario Murillo, que buscaban aplastar cualquier intento de protesta.