Monseñor Báez compara a Daniel Ortega con el Rey Herodes por su maldad

El obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez, durante su homilía la mañana de este domingo, recordó los difíciles momentos que vivieron los padres de Jesús, María y José, cuando tuvieron que abandonar sus tierras ante la persecución del Rey Herodes que mandó a asesinar a todos los recién nacidos de esa época, para evitar que otro Rey lo sacara de su trono.

De esa misma manera, en la actualidad muchas familias han tenido que huir ante la “amenaza, la arrogancia y la violencia de gobernantes como Herodes” que perseguen a sus opositores que denuncian los crímenes comentidos por dictaduras que odia las voces disonantes.

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“La familia de Nazaret no solo tuvo que afrontar problemas domésticos, sino que desde el inicio se vio amenazada por la arrogancia y la violencia de gobernantes como Herodes, que mandó a matar a los niños de Belén. Jesús, María y José, se vieron forzados al exilio. Tuvieron que irse a Egipto, a una tierra extranjera, con todas las dificultades que esto comporta. Allí tuvieron necesidad de comer, de encontrar una casa, de tener un trabajo”, dijo Baéz.

“La familia de Jesús fue una familia como muchas de las familias de nuestros países, que padecen la represión de los tiranos de turno o pasan grandes necesidades económicas. Muchas veces nuestras familias, como la de Jesús, también se ven obligadas a emigrar, arriesgando sus vidas para poder sobrevivir y trabajar duramente para salir adelante”, manifestó el obispo.

Las palabras del líder católico hacen referencia a las miles de familias que han tenido que migrar a otros países ante la persecución política que ha desatado los dictadores sandinistas, no solamente contra sus opositores, sino también contra sacerdotes de la iglesia católica que muchos han obligado al exilio por temor a ser encarcelados.

La dictadura sandinista ha obligado al exilio a cientos de sacertores y otros 15 los mantiene en cauteverio, entre ellos dos obispos, uno de Matagalpa y otro de Siuna.

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Baéz alentó que “pidamos hoy a Dios que bendiga a nuestras familias para que sean siempre, a imagen de la familia de Nazaret, espacios de ternura y de reconciliación, de respeto y de humanidad. Que sean también escuelas de libertad y de responsabilidad, en donde los más jóvenes se contagien y se entusiasmen por los grandes valores humanos de la verdad, la compasión, la justicia y el bien”.