Monseñor Silvio Báez: “las dictaduras causan lepra social”
El obispo auxiliar de Managua en el exilio se pronunció en contra de la exclusión y en contra de la religiosidad indiferente al sufrimiento de los más necesitados.

El obispo auxiliar de Managua en el exilio, Silvio Báez, pronuncia su homilía durante la misa dominical del 12 de octubre, 2025.
- Parroquia Santa Ágata, Miami
En contra de la “lepra social” y la exclusión habló monseñor Silvio Báez, obispo auxiliar de Managua en el exilio, en su homilía del domingo, 12 de octubre, pronunciada en la iglesia de Santa Ágata en Miami, Estados Unidos, en consistencia con su mensaje libertario cimentado en la fe católica.
“Hoy se ha eliminado casi totalmente la enfermedad física de la lepra, pero lamentablemente en el mundo vivimos otras formas de lepra. Los sistemas autoritarios y los poderosos de hoy crean leprosos“, dijo el obispo.
“Las lepras sociales de hoy dividen a la humanidad excluyendo o sometiendo a los más débiles, explotando a los pobres, maltratando y expulsando a los migrantes, u obligando a callar a quienes piensan diferente o dicen verdades que resultan incómodas al sistema“, agregó.
Su mensaje asume particular relevancia tanto en los contextos de su natal Nicaragua, de la cual tuvo que exiliarse en 2019 por amenazas de la dictadura sandinista de Daniel Ortega y Rosario Murillo, como en su país de acogida, Estados Unidos, cuyo gobierno se encuentra en un arduo y polémico proceso de deportaciones masivas.
En su mensaje, monseñor Báez recalcó que en Jesucristo los leprosos (de toda clase) no encontraron ni encuentran en su Evangelio rechazo. Con Cristo, aseguró Báez, “se rebelan contra un sistema que los excluye y contra una religión que los ignora… hoy es necesaria la rebeldía frente a sistemas opresores y regímenes criminales que someten a los pueblos”.
“La ambición de poder, la idolatría del dinero, el autoritarismo, la opresión de los pobres y la indiferencia egoísta de quien prefiere callar, son algunos de los grandes baches en el camino hacia una sociedad libre, justa e igualitaria“, declaró Báez.
“Hay que cultivar la rebeldía espiritual para liberarnos del pesimismo, la rebeldía intelectual para no dejar de pensar con libertad, la rebeldía moral para no dejar de denunciar la injusticia, la rebeldía creyente para seguir confiando en el Dios de la vida y de la liberación“, continuó el obispo.
Pero además insistió en que la religión no puede ser indiferente ante el dolor humano, sino que ha de cultivar “una relación personal con Jesús” en cada fiel. Poniendo de ejemplo a los leprosos curados por Jesús, según la narrativa bíblica, Báez hace un llamado a “aprender a caminar juntos, nunca solos”.
“En la vida, en el camino de la fe y en la convivencia social no somos rivales, sino hermanos, responsables unos de otros. Vivir es también hacernos cargo del que ha dejado de caminar y de quien ha perdido el rumbo”, concluyó.