Muere sacerdote Mario Guevara, víctima de ataque con ácido en 2018
El padre Guevara fue atacado en 2018 por una ciudadana rusa que expresó haberlo hecho por su amor no correspondido a Rosario Murillo.

El padre Mario de Jesús Guevara Calero en 2019.
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El sacerdote y director espiritual del Seminario Mayor Arquidioceano La Purísima de Managua, Mario de Jesús Guevara Calero, falleció a los 66 años de edad, según informó la Arquidiócesis de Managua el domingo, 12 de octubre. El nombre del padre Guevara fue reconocido a nivel nacional luego de sufrir un ataque con ácido en 2018, causando gran consternación.
“Con profundo sentimiento de fe y esperanza en la vida eterna, comunicamos el sensible fallecimiento” del presbítero, anunció el comunicado, acompañado de las condolencias del cardenal Leopoldo José Brenes, arzobispo metropolitano de Managua.
Sus honras fúnebres tendrán lugar este lunes, 13 de octubre, a partir de las 9:00 AM en la parroquia Inmaculada Concepción de María en La Concepción, Masaya. La misa de cuerpo presente está programada a la 1:00 PM del mismo día, seguida del entierro.
“Agradecemos a Dios por el don de su vida, su ministerio y su entrega generosa al servicio de la Iglesia. Que Cristo, Sumo y Eterno Sacerdote, lo reciba en su Reino y conceda consuelo a sus familiares, amigos y hermanos sacerdotes“, reza un comunicado del seminario en el que laboraba.
Por “amor” a Rosario
El 5 de diciembre de 2018, el padre Guevara fue víctima de un ataque con ácido sulfúrico que dio vueltas y causó gran escándalo al país. La atacante fue identificada como Elis Leonidovna Gonn, una mujer de nacionalidad rusa que había acudido a la catedral de Managua con la excusa de confesarse.
Cuando estaba Gonn en el confesionario, roció el ácido en contra de Guevara, corroyendo tejido en rostro, brazos y pies. A raíz del ataque el religioso pasó un tiempo hospitalizado en condición grave.
La perpetradora, según informó luego la Policía Nacional, habría actuado “porque el diablo le ordenó matar a alguien, de lo contrario el diablo le quitaría la vida a ella”.
Años después, Gonn revelaría haber actuado motivada por un “amor no correspondido” (una relación para-social) con la entonces vicepresidente y hoy co-dictadora sandinista, Rosario Murillo.
“¿Porque lo hice? Porque me enamoré perdidamente de la compañera Rosario Murillo“, explicó.
“Nunca sentí piedad por el sacerdote, tal vez un poquito cuando supe que era diabético. Creo que soy psicópata. He soñado de matar y torturar personas desde cuándo tenía cinco años de edad“, agregó Gonn.
Durante ese año, la dictadura sandinista había iniciado su campaña de desprestigio y represión en contra de la Iglesia católica, extensión de sus actos represivos en contra de la población en general tras el estallido social de 2018. A pesar de haber sido condenada a ocho años de prisión por el ataque, sólo cumplió ocho meses de esa condena antes de ser enviada a Rusia.