Mueren tres nicaragüenses al intentar cruzar el Río Bravo

Tres nicaragüenses fallecieron cuando intentaban cruzar el peligroso Río Bravo en México, dos de las víctimas eran originarias de Nueva Segovia, todos con el deseo de cumplir el tan anhelado sueño americano.

Las primeras víctimas fueron identificadas como Luis Adalberto López Peña de 42 años y Bayron Adalberto López Fajardo de 21 años, padre e hijo respectivemente, ambos originarios de la comarca Las Flores en el municipio de Murra departamento de Nueva Segovia.

El grupo de rescate Beta de México, informó sobre el hallazgo de los cuerpos en el lugar conocido como Piedras Negras, un sitio transidado por migrantes.

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Las autoridades de migración lograron recuperar los cuerpos el día de ayer lunes, en tanto la fiscalía solicitó información de los familiares, para entregarlos y darles cristiana sepultura en su país de origen.

Hasta ahora se desconoce si la familia inició el proceso de repatriación de los cuerpos hacia Nicaragua, ambos connacionales vivían de la Escuela Marcial Romero, 300 varas al norte en la Comarca las Flores en el departamento de Nueva Segovia. En el lugar se encontraron las identificaciones que corresponden a padre e hijo.

Otro nicaragüense ahogado

En la misma zona, se descubrió el cuerpo de otro pinolero en el sector de Piedras Negras. El cadáver portaba una cédula nicaragüense con el nombre de Abel Arauz Moreno, de 39 años.

El hallazgo se registró la tarde del sábado 17 de febrero, algunas características de la víctima son algunos dientes con oro, un procedimiento dental común en Nicaragua hace algunos años.

De igual manera las autoridades están en búsqueda de la familia del fallecido para realizar la debida identificación y trámites correspondientes.

En menos de una semana han sido reportado sin vida tres nicaragüenses entre la frontera de México y Estados Unidos, con el único fin en busca de mejor vida y oportunidades laborales.

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La principal razón de muerte de los connacionales migrantes que cruzan hacia ese destino final, ha sido el ahogamiento por sumersión en el Río Bravo. En el año 2022, al menos 35 nicaragüenses fallecieron, 21 de ellos se ahogaron en las aguas de este río.

Las familias atraviesan serias dificultades, cuando se logra recuperar los cuerpos del río, ya que se inicia un proceso engorroso para repatriarlos.

Según los procedimientos se guardan (los cuerpos) en las morgues, muchos de ellos en un alto estado de descomposición, porque puede que aparezcan varias semanas después de haber fallecido.

El trámite puede llevar meses y alargar el duelo de las familias que, desesperadas, buscan conseguir dinero para pagar los gastos fúnebres y poder repatriar el cuerpo a suelo nicaragüense.