Nicaragüense logra llevar a su mascota “Coco” a EEUU con el parole humanitario

Coco se convierte en la primer perrita nicaragüense en llegar a suelo norteamericano a través del parole humanitario aprobado por el gobierno de Joe Biden en enero pasado. Su dueña, la matagalpina Carla Paredes, arribó el pasado sábado a Estados Unidos junto a su mascota luego de un mes de proceso y trámites migratorios en Nicaragua.

En entrevista al medio aliado 100% Noticias, Carla confirmó que al enterarse que podría llevarse consigo a su mascota a Estados Unidos, decidió de inmediato tramitar los documentos legales para asegurar su viaje, donde las esperaban su familia.

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La joven nicaragüense desconocía que el parole humanitario aplicaba para mascotas, pues desde un inicio el gobierno norteamericano informó que cada mes la meta máxima era recibir a 30,000 migrantes procedentes de Cuba, Venezuela, Nicaragua y Haití.

“Decidí llevármela para no dejarla sola porque nadie la iba a cuidar mejor que yo, toda mi familia estaba en Estados Unidos entonces yo decidí traérmela como una integrante más”, dijo Carla en entrevista a 100% Noticias.

Coco, una perrita mestiza de tres años de edad, llegó el pasado 26 de febrero a suelo estadounidense considerada como una integrante más de la familia Paredes, luego que el médico veterinario de la mascota gestionaran los permisos legales para que pudiera salir de Nicaragua, con la ayuda de Jamileth Paredes, hermana de Carla.

Coco recibió permiso de IPSA

Según la nicaragüense, Coco completó los requisitos necesarios para asegurar su vuelo a Estados Unidos. La mascota obtuvo el certificado de salud autorizado por el Instituto de Protección y Sanidad Agropecuaria (IPSA) y el formulario completo del Centro de Trámites de las Exportaciones (CETREX).

Este último se extiende a la agencia de vuelos 48 horas antes del viaje, cuando la perrita tiene su maleta preparada que es una caja especial para viajes que contiene un chip con todos sus datos y la información de su dueña.

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“La trataron muy bien en el viaje. Salir de ahí con la palabra ‘Bienvenida a Estados Unidos’ fue gratificante sabiendo que mi equipaje era mi Ángel de cuatro patas que me cuidó los tres últimos años y me la traje para continuar otro capítulo de vida”, agregó Carla.