Angy Díaz, la nicaragüense asesinada en Estados Unidos que quería conseguir dinero para que su mamá de crianza venciera el cáncer de mama

POR DESPACHO 505

Angy Díaz migró a Estados Unidos siendo una menor de edad en 2019. Se fue  de Chinandega convencida de que allá en el Norte de América podría trabajar para obtener el dinero que serviría para que su madre de crianza pudiera vencer un cáncer de mama.

Su anhelo se vio truncado por Jared James Dicus, el hombre con el que se casó en ese país en octubre pasado. Él la decapitó en la casa donde ambos residían en el condado de Waller, Texas.

“Nadie se merece esto, mucho menos ella, que era una niña inocente y dulce”, asegura Maribel Díaz, tía de la joven.

Emprendió la ruta hacia Estados Unidos junto con sus dos hermanos menores. En el camino cumplió los 18 años, mientras coyotes la guiaban por México.

LEA ADEMÁS:  Abren cuenta en gofundme para pagar funerales de Anggy, asesinada por su esposo en EEUU

“Era una niña alegre, con sueños y metas. Deseaba estudiar en la universidad desde que estaba pequeña”, relata la mujer, cuya voz se quiebra a ratos. En Estados Unidos solía hacer mucho ejercicio físico, como lo demuestran sus fotografías.

Angy creció con una de sus tías porque su madre biológica emigró hacia Estados Unidos cuando ella apenas tenía cinco años. Consideraba a su tía María Libertad Díaz como su madre y fue por ella que emigró con la esperanza de poder ayudarle con el tratamiento contra el cáncer.

“Ella estudiaba Contaduría Pública en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-León), pero en el 2019 decidió irse a Estados Unidos a trabajar para ayudarnos y regresar después de permanecer algunos años, pero ese hombre me le quitó la vida y aunque no la voy a recuperar espero que la Justicia de su país lo castigue tal y como debe ser», refirió su madre de crianza, María Libertad.

“Quería ir a Estados Unidos para ayudar a su mamá, a su mamá que la crió. Ese era su sueño y se decidió para poder alcanzarlo”, prosigue la otra tía, Maribel.

Cuando la joven llegó a Estados Unidos se hospedó en casa de otra de sus tías y empezó a buscar trabajo. Por mucho tiempo laboró en una carnicería del condado de Waller donde conoció a su pareja.

LEER MÁS:  Nicaragüense fue decapitada por su esposo estadounidense meses después de su boda

“Estaba feliz, muy feliz con su esposo, pero había días que la notaba cansada y no sabía si era por su trabajo o por su relación”, dijo a medios locales Verónica Jiménez, jefa de Díaz.

Tenía varios trabajos y la familia en Estados Unidos conoció a su asesino. El hombre la atacó el pasado 11 de enero en la casa que compartían y las autoridades calificaron la escena como “horrorífica”.

El hombre fue arrestado y confesó haber decapitado a su esposa. Ahora las autoridades le han fijado una fianza de 500,000 dólares.

El juez que casó a Angy Díaz en Estados Unidos lamenta el asesinato

El Juez que casó a la pareja en octubre pasado, Trey Duhon, publicó en su página de Facebook sus condolencias por el trágico crimen. “Cuando yo los casé se veían una pareja muy amable” expresó.

La familia que permanece en Nicaragua jamás conoció al hombre y saben muy poco de él, sin embargo, Maribel Díaz confió a DESPACHO 505 que la tía donde Angy vivía antes de casarse le dijo que Jared James “se miraba buena persona”.

En la foto del matrimonio civil, dicen, se miraban felices, pero al final solo era una instantánea: Jared la carga y ambos sonríen. “No sé qué fue lo que pasó, a él nunca le vieron nada malo y mi sobrina nunca se quejó de maltrato o golpes. No sabemos qué sucedió, porque estaban solos. Los padres de él estaban cerca, pero no han dicho nada”, señala la familiar.

Ahora la familia se enfrenta al escenario de la repatriación. “Todos queremos, pero aún no sabemos qué pasará, porque su mamá (biológica) está que no quiere hablar con nadie”, dijo la tía de Angy Díaz.

Amigos y familiares de Díaz han abierto una página en la plataforma GoFundMe para ayudar con los costos del funeral para la víctima. Además, se ha programado una vigilia este sábado 14 de enero en el Parque Oak Hollow en Magnolia.

«Verla por última vez es mi mayor deseo, pero somos de escasos recursos y por eso estoy  necesitando de la  ayuda de las personas para recolectar  el dinero que se requiere para realizar las gestiones y cubrir los gastos del traslado», concluyó la madre de crianza de la nicaragüense.