EEUU reafirma que continuará deportando a migrantes incluso luego de eliminar el Título 42

El secretario del Departamento Seguridad Nacional (DHS) de Estados Unidos, Alejandro N. Mayorkas, dijo este pasado 13 de diciembre que continuarán de forma rápida las deportaciones de personas migrantes que llegan a suelo estadounidense y que no cuentan con una base legal para quedarse en el país norteamericano.

Mediante una actualización sobre la planificación del gobierno para gestionar el levantamiento de la orden de salud pública del Título 42, vigente desde la presidencia de Donal Trump, el funcionario estadounidense dijo que su gobierno continuará expulsando a los adultos solteros y las familias que se encuentren en la frontera suroeste hasta el 20 de diciembre.

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Incluso reafirmó que a pesar de que el Título 42 llegue a su fin el 21 de diciembre de 2022, el Departamento de Seguridad Nacional seguirá deportando bajo la medida del Título 8 “a las personas que no tienen una base legal para permanecer en los Estados Unidos”. 

“Una vez que la orden del Título 42 ya no esté vigente, el DHS procesará a las personas que se encuentren en la frontera sin los documentos de viaje adecuados utilizando sus antiguas autoridades del Título 8″, indicó Mayorkas. 

“Permítanme ser claro: Título 42 o no, aquellos que no puedan establecer una base legal para permanecer en los Estados Unidos serán eliminados”, agregó. 

EEUU preocupado por el incremento de la migración irregular

El secretario de la DHS expresó la preocupación de su gobierno por el incremento de la migración irregular hacia Estados Unidos, y aseguró que se están alcanzando los niveles más altos de migración desde la Segunda Guerra Mundial, ahora provocada por la inestabilidad económica y política en el mundo.

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Por esta razón, recordó que la Administración Biden-Harris se ha comprometido con buscar las vías necesarias para “asegurar nuestras fronteras, hacer cumplir nuestras leyes y permanecer fieles a nuestros valores a medida que construimos procesos seguros, ordenados y humanos”.

“Abordar este desafío requerirá tiempo y recursos adicionales, y para hacerlo necesitamos la colaboración del Congreso, los funcionarios estatales y locales, las ONG y las comunidades”, finalizó.