Hijo de nicaragüense ahogada en el Río Bravo se reencuentra con su padre

El nicaragüense Juan Miguel Castillo Hernández se reecontró este jueves 29 de junio con su hijo de seis años, quien se encontraba bajo la custodia de autoridades mexicanas, luego que su madre, Darling Fonseca Rosales, de 32 años, perdiera la vida intentando cruzar el Río Bravo, según reportes del organismo Texas Nicaraguan Community.

El organismo informó en su página oficial que el pasado 15 de mayo de este año, la madre del menor llegó hasta el sector de Piedras Negras en Coahuila en compañía del niño y se disponían a cruzar el Río Bravo.

En su intento la nicaragüense perdió la vida por sumersión y su cuerpo fue recogido del lado de Estados Unidos y llevado a una morgue de Texas.El niño que viajaba con ella fue encontrado con vida y estaba bajo custodia de las autoridades mexicanas, mientras era reclamado por su padre y familiares desde Nicaragua.

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“El día de ayer 29 de junio, fue entregado en el Puente internacional #2 a su padre Juan Miguel Castillo Hernández. En colaboración con el PRONIF, la Procuraduría de la niñez y la familia, Kids in need of defiende (KIND), la Asociación de Nicaragüenses en México y Texas Nicaraguan Community y el apoyo del Estado de Coahuila, se pudo lograr la unificación de esta familia nicaragüense”, publicó el organismo en su red social de Facebook.

Miriam Saravia, familiar de la madre del menor, agradeció a las organizaciones que colaboraron con el reencuentro del niño y su padre y la repatriación de la víctima.

“Gracias a todas las organizaciones y a ustedes q pudieron hacer esto posible. Dios bendiga al personal que sin interés alguno ayudaron a nuestra familia, gracias a Dios mi prima descansa en paz y el niño con su familia. Dios los bendiga”, expresó Saravia.

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El Instituto Nacional de Migración (INM) ha encontrado por lo menos 24 cadáveres de migrantes en el Río Bravo, a la altura de municipios de Coahuila, reportó La Lista, medio local mexicano.

Agregó que “los reportes del INM coinciden en que los migrantes mueren ahogados por la fuerza del Río Bravo, por lo hondo y también por las bajas temperaturas. En algunos comunicados se hace referencia que las aguas son tas frías que las personas que logran salir con vida presentan hipotermia”.