Inmigración de EEUU deporta a más nicaragüenses hacia México

La organización Texas Nicaraguan Community anunció este lunes que dos del total de nicaragüenses reportados como desaparecidos en un intento por llegar a Estados Unidos, han sido expulsados por las autoridades de inmigración de este país hacia México. 

Dony José Centeno Hernández y Kevin Ramón Mendoza López, son los nicaragüenses recientemente deportados por Estados Unidos hacia México, y posteriormente trasladados a sus ciudades de origen en Nicaragua.

En el caso de Mendoza López, la organización indicó que aún se prepara su deportación hacia Nicaragua desde el lado mexicano.

En entrevista anterior, Astrid Montealegre, activista de Nicaraguan American Human Rights Alliance, advirtió que la nueva política migratoria de Estados Unidos para agilizar los procesos de asilo político podría desencadenar una lluvia de deportaciones de migrantes nicaragüenses.

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Sucede que el Gobierno de Joe Biden busca apresurar los procesos de asilo político en EE.UU., en casos de “miedo creíble a la persecución y la tortura” a través de una entrevista ante un oficial de migración, lo cual representa el nuevo éxodo de quienes no sean  elegibles al ser deportados inmediatamente.

Incluso, desde el pasado mes de mayo las autoridades fronterizas de Estados Unidos incrementaron las deportaciones hacia México de nicaragüenses y cubanos bajo la política de salud pública Título 42, según informó la cadena de noticias Telemundo51.

En entrevista a la televisora norteamericana, la abogada de inmigración, Claudia Cañizares, explicó que las deportaciones han sido sin precedentes para los migrantes centroamericanos con excepción de Nicaragua, Cuba y Venezuela.

Sin embargo, el congresista del Sur de la Florida, Mario Díaz-Balart, reveló que “ahora a todos los que están llegando a la frontera del sur los tratan igualmente y no se está protegiendo el Estado de Derecho o la Ley”, lo cual calificó de “inaceptable” ya que las posibilidades de migrantes cubanos, nicaragüenses y venezolanos de poder recibir asilo político deberían ser “mucho más elevadas”.