Estados Unidos rompe récord con más de 3400 deportaciones de nicaragüenses

Un total de 3482 ciudadanos nicaragüenses han sido deportados desde los Estados Unidos desde que Donald Trump asumió la presidencia de ese país, según figura en el más reciente informe al respecto publicado por Human Rights First y elaborado por el activista Thomas Cartwright para agosto de 2025.

Se trata de una cifra récord que supera el promedio de deportaciones anuales de los últimos cinco años. El anterior récord data de 2020, cuando la primera administración de Trump había deportado a 3200 nicaragüenses.

Los migrantes fueron repatriados por medio de 30 vuelos recibidos discretamente por la dictadura sandinista de Daniel Ortega y Rosario Murillo, la cual ha condenado —sin atacar a Trump directamente— la corriente campaña de deportaciones masivas impulsadas por la administración republicana.

“Los meten presos, los acusan de narcotraficantes y los mandan a prisiones; en el caso de Nicaragua, los están deportando, ahí están viniendo los vuelos, aquí se les recibe. Nosotros los recibimos muy bien a los inmigrantes, dijo el dictador sandinista durante un evento partidario el 26 de septiembre.

Sin embargo, redes ciudadanas han reportado que muchos de los repatriados han sido sujetos a restricciones y arbitrariedades por las autoridades sandinistas, particularmente aquellos identificados como opositores. Cientos de miles de nicaragüenses han migrado precisamente para evadir la represión de la dictadura.

La administración Trump ha reconocido la deportación de por lo menos 400 mil individuos deportados y 1.6 millones de deportaciones voluntarias o “autodeportaciones”, para un total de 2 millones de expulsiones totales de territorio estadounidense.

En esa línea, el Departamento de Seguridad Nacional espera deportar a por lo menos 600 mil migrantes al finalizar el año.

Aunque la cifra se encuentra muy por debajo del millón que Trump se propuso al inaugurar su segundo mandato, las entradas irregulares por la frontera sur han cesado casi completamente, lo que se refleja en una cantidad de deportados menor, pero en una reducción más significativa de la población migrante local.