Policía de Honduras captura a presunto “coyote” originario de Nicaragua con 10 teléfonos celulares

Autoridades policiales de Honduras confirmaron el pasado 11 de junio la detención del nicaragüense Santos Aníbal Estrada Juárez, de 49 años de edad, aparentemente por la comisión del delito de tráfico de personas.

La captura de Estrada Juárez, quien es originario del municipio de Somotillo, departamento de Chinandega, ocurrió en la ciudad de Copán, en el puesto fronterizo integrado conocido como El Florido, al occidente de Honduras, cuando pretendía sacar de ese país a 10 hondureños con dirección a Estados Unidos.

Las autoridades le decomisaron aproximadamente 1,365 dólares americanos, 4,100 lempiras en efectivo y 510 córdobas; además de 10 teléfonos celulares de diferentes marcas y modelos.

Las víctimas fueron identificadas como originarias de los departamento de Olancho, Santa Bárbara y Francisco Morazán, según reveló la policía.

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El informe preliminar también detalló que el nicaragüense presuntamente pertenece a una organización criminal dedicada al tráfico de ilegales, quienes a cambio de miles de dólares trasladan a migrantes hasta suelo estadounidense.

El detenido fue remitido a la Fiscalía de esa localidad por el delito de tráfico de personas, por el cual será procesado y judicializado conforme a leyes hondureñas.

La acción policial fue reportada, por agentes de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) y la Dirección Nacional de Prevención y Seguridad Comunitaria (DNPSC), en un intento de detener la migración irregular.

Tráfico de personas: La nueva mina de oro de los delincuentes

El pasado mes de enero, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, remarcó que los traficantes de personas están diseminados por todo el mundo.

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EE.UU. describe la trata de personas o llamada también tráfico personas, como “una forma de esclavitud moderna en la que los traficantes atraen a las personas con falsas promesas de empleo y de una vida mejor”.

Incluso, el diario La Jornada de México identificó que los migrantes se han vuelto una “mina de oro” para el crimen organizado que ha sustituido el negocio de las armas y las drogas en el mundo.

En Nicaragua, desde el estallido socio-político, la migración irregular ha incrementado sin precedentes. Organismos han reiterado que los países a los que más viajan nicaragüenses son Estados Unidos, España y Costa Rica.