Santa Sede respalda plan de la ONU para acoger a refugiados de Ucrania

El Arzobispo Gabriele Caccia, Observador Permanente del Vaticano ante las Naciones Unidas, agradeció en nombre de la Santa Sede, el lanzamiento conjunto del llamamiento humanitario urgente y el Plan Regional de Respuesta a los Refugiados para Ucrania, de parte de la Organización de las Naciones Unidas, ONU.

El respaldo lo hizo la Santa Sede porque el número de víctimas civiles y los daños en infraestructuras cruciales, siguen aumentando y son motivo de preocupación para este organismo.

El Arzobispo indicó que son casi 700.000 las personas que huyen de las hostilidades en curso hacia los países vecinos y que probablemente aumentaría la cantidad con la interrupción de las cadenas de suministro locales y el acceso a los alimentos, así como otros bienes básicos y servicios esenciales, según las cifras recientemente publicadas.

“La guerra amenaza en Ucrania el sistema sanitario: no hay oxígeno y escasea el personal”, publicó la Santa Sede.

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Monseñor Gabriele Caccia, afirmó que es fundamental garantizar el acceso pleno, seguro y sin obstáculos de los agentes humanitarios para que puedan prestar rápidamente asistencia a la población civil necesitada en Ucrania.

“La protección de la población civil, así como del personal humanitario, de acuerdo con el derecho internacional humanitario, debe ser una prioridad”, puntualizó Monseñor.

Por otra parte, subrayó que la Santa Sede elogia a los Estados que, “con espíritu de solidaridad, acogen a los refugiados en busca de seguridad” y también a los que ofrecen ayuda humanitaria a los necesitados.

“Acoger, proteger y asistir a los cientos de miles de refugiados es una responsabilidad común; los esfuerzos para satisfacer las necesidades de quienes huyen en busca de seguridad deben respetar el principio de no devolución y nuestras obligaciones comunes en virtud del derecho internacional, incluido el derecho internacional de los refugiados, y ofrecerse de forma no discriminatoria”, expresó.

Al mismo tiempo, Caccia afirmó que la Santa Sede se une a los numerosos Estados miembros “que han pedido el cese inmediato de las hostilidades”, optando por la vuelta a la diplomacia y al diálogo.

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“A medida que avanzamos en esta situación, la Iglesia católica y sus instituciones caritativas (ya sea en la distancia o sobre el terreno), están ayudando incansablemente a miles de personas y lo seguirán haciendo”, finalizó el Prelado.