España pone fin al uso obligatorio de mascarillas en las calles

Desde este jueves en España se puede salir a las calles sin necesidad de usar mascarillas. El Gobierno de ese país europeo aprobó este martes que la mascarilla deje de ser obligatoria en la calle, tan sólo una semana después de que el Congreso aprobara lo contrario.

Los expertos consideran que la medida ha sido más cosmética que eficaz y no ha servido como elemento de contención en esta sexta ola. De hecho, el número de personas que cada día fallecen por covid son ahora el doble que cuando entró en vigor en Nochebuena y lo mismo sucede con el número de hospitalizados y de casos.

Este nuevo decreto es también de interés para la comunidad educativa, en concreto, porque regulará como queda la situación en los patios, después de casi un mes de uso obligatorio de la mascarilla, no sólo en las aulas, sino también en los recreos.

“Esta vez sí, los niños y niñas podrán estar jugando en el patio del colegio, en los recreos, sin mascarillas», anunció  la portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez.

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Desde de que se aplica la obligatoriedad del uso de la mascarilla en exteriores en plena expansión de Ómicron, han fallecido en España 5.551 personas. Se han producido más de cuatro millones y medio de contagios en España y el número de casos por 100.000 habitantes es el doble con cerca de 2.000 contagios, frente a 911 el 24 de diciembre.

Tenemos también el doble de hospitalizados con covid, 15.991 personas, ahora frente a 7.924 entonces. Y ahora hay 323 pacientes más en las Unidades de Cuidados Intensivos que en Nochebuena.

Para el epidemiólogo Joan Cayla, aunque es evidente que la rectificación del Ejecutivo “genera confusión y que su estrategia de comunicación es mejorable, realmente no sabemos cuántos casos más habríamos tenido si no se hubiera extendido tanto el uso de la mascarilla ya que con ómicron por cada contagio ha habido bastantes más que con delta”.

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Considera que “el riesgo ahora es que la gente asuma que esto ya está superado, que ya estamos bajando del pico que ha sido muy alto, pero ya estamos bajando y que repitamos el error que hemos visto ya dos años seguidos por ejemplo antes de Semana Santa o del verano que llega un momento en el que hay, en mi opinión, un optimismo desmesurado, se asume que todo esté superado y empiezan a subir otra vez los contagios”.