Tiroteo contra instalación de ICE deja un migrante muerto y varios heridos en Texas

Un francotirador disparó contra una base del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) en Dallas, Texas, la mañana de este miércoles, 24 de septiembre, dejando un saldo de por lo menos un migrante muerto y varios heridos antes de cometer suicidio, según reportó la agencia de seguridad migratoria.

El ataque ocurrió cuando vehículos y agentes del ICE ingresaban nuevos detenidos a la instalación. Según un comunicado preliminar de la organizacion, el tirador disparó “indiscriminadamente” desde una posición elevada “a un par de yardas” en contra de los edificios y vías de acceso de la instalación.

Los oficiales de ICE dispararon contra el tirador, pero el director de ICE, Todd Lyons, aseguró que el atacante murió de una herida de bala auto-inflingida al aproximarse los oficiales a su ubicación, en el techo de un edificio aledaño. Al momento de publicarse esta nota, la identidad del atacante no ha sido precisada por las autoridades.

Reportes del Buró Federal de Investigación (FBI, por sus siglas en inglés) indican que la munición del atacante tenía “mensajes anti-ICE” pintados. El director del FBI, Kash Patel, publicó imágenes de los casquillos en su cuenta de Twitter (ahora X), catalogando el atentado como “ideológicamente motivado”.

Casquillos encontrados en la escena del crimen con el mensaje “ANTI ICE”. Imagen divulgada por el director del FBI, Kash Patel.

Kristi Noem, secretaria de Seguridad Nacional de la administración del presidente Donald Trump, declaró en sus perfiles oficiales que “nuestros agentes de la ley de ICE enfrentan violencia sin precedentes en su contra. Esto debe parar“. El vicepresidente James David Vance reitero el mensaje, calificando la violencia contra ICE de “obsesiva”.

Este es el tercer ataque violento contra ICE en Texas en lo que va del año. En julio, una patrulla de ICE fue emboscada y una oficina de la agencia fue atacada.

El ataque ocurre durante el noveno mes de la campaña de deportaciones masivas impulsada por la administración Trump y ejecutada por ICE, cuyo presupuesto y capacidad operativa incrementó considerablemente a partir de la aprobación de la “Una, Grande y Hermosa Ley” de Trump en julio.

La administración Trump presume de haber removido del país a por lo menos 400 mil migrantes irregulares en lo que va del año, destacando además los más de 1.6 millones de migrantes que optaron por auto-deportarse en el mismo periodo, para un total de dos millones de expulsiones.

Esta campaña de ICE, es apoyada por el resto de agencias de seguridad e inteligencia, y ha involucrado además el cierre total de la frontera sur a la migración irregular.