Oscar Negemaya benjamín, de 42 años de edad, es el pervertido hombre que destruyó la inocencia de una menor de 10 años, hija de su actual pareja, a quien ultrajó sexualmente por cinco años hasta quedar embarazada, mientras su progenitora excusaba al marido que tenía como depravado en su casa en Ciudad Sandino y que violentaba a su pequeña hija.
El Juez de Distrito Especializado de Violencia en el municipio de Ciudad Sandino, en Managua, Carlos Antonio Espinoza, dictó sentencia de 123 años para el desalmado hombre por dos violaciones (24 años), dos tocamientos lúdicos (24), violación agravada (50) y violación a menor de edad (25).
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La niña no habría avisado sobre los actos denigrantes que le hacía el pervertido hombre porque este la amenazaba con matar a su madre si denunciaba los actos de violación a los que era sometida. Sin embargo, una tía de la menor, al enterarse de lo que ocurría, interpuso la denuncia ante la Policía y ahora el hombre se encuentra tras las rejas pagando una condena por sus crímenes.
De acuerdo a la acusación fiscal, el hombre abusó sexualmente de su hijastra entre 2017 y 2021, por las noches cuando la niña se encontraba sola e indefensa en su cuarto. Un día -como de costumbre- la menor salió a vender tortillas y tomates cuando una tía paterna la abordó y le preguntó si estaba embarazada, pues observó que el volumen de su panza no era normal a su edad.
La mamá nunca le creyó
La niña le confesó a su tía la verdad. El padre del bebé que estaba esperando es de su padrastro, quien se metía a su cuarto para ultrajarla, mientras su mamá conocía las fechorías que este le hacía por las noches. Al ver que la menor no tenía la protección de su progenitora, el hombre se valió de su condición machista y delincuencial para abusar de ella constantemente.
La tía no podía creer lo que escuchaba y de inmediato salió a encarar a la madre, quien en vez de apoyar a su hija, le dio la espalda y la corrió de la casa por quedar embarazada a sus 10 años de edad producto de una violación.
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La tía y la abuela paterna se encargaron de proceder a denunciar al pervertido hombre que ahora deberá purgar una condena de 30 años de cárcel, que es la pena máxima establecida en el Código Penal de Nicaragua, lo que indica que el sujeto recobrará su libertad en 2051.
Por su parte, el Ministerio de la Familia procedió a quitarle la autoridad parental a la madre de la menor por su irresponsable e inconcebible actuar ante este desgarrador hecho en perjuicio de su propia hija. La niña, quien se encuentra afectada emocionalmente, pasará a manos de algún familiar que demuestre tener las condiciones óptimas para recibirla y apoyarla.
