• San José, Costa Rica
  • 2:36 pm
  • Oct 10, 2025

Nuevo “garrotazo” de la dictadura al INSS, advierte economista Enrique Sáenz

Para 2025, se proyecta un déficit adicional de 97 millones de dólares en la seguridad social nicaragüense. Esto, a juicio del economista Enrique Sáenz, impondría las reformas.

El economista Enrique Sáenz.

  • Cortesía

El economista nicaragüense, Enrique Sáenz, alertó sobre una posible reforma al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) impulsada por la dictadura sandinista de Daniel Ortega y Rosario Murillo.

“Espero estar equivocado porque si estoy en lo cierto millones de nicaragüenses van a sufrir. Yo lo que veo venir es otro garrotazo de la dictadura dinástica con una nueva tanda de reformas al INSS en perjuicio de afiliados, pensionados y empresarios”, dijo el economista.

Saénz advierte que estas reformas, de fraguarse, afectarían a trabajadores, pensionados y empresarios, ahondando la crisis social, política y económica que atraviesa el país desde los últimos años.

Sáenz basó su análisis en datos oficiales del régimen de Daniel Ortega. “En los últimos tres meses, a partir de mayo, los afiliados al INSS han venido disminuyendo de mes en mes, hasta llegar en agosto a 12 mil pérdidas de afiliados” lo que equivaldría a unos 4 mil por mes, explicó.

Es decir, 12 mil cabezas de familia que se fueron a la calle, que en consecuencia dejaron de contribuir con sus cotizaciones al INSS, pero también dejaron de contribuir los empleadores“, continuó.

Sáenz subrayó que, cuando el gobierno sandinista entró al poder en 2007, el INSS contaba con 5 afiliados por cada pensionado y estaba en superávit.

Ahora, el dato más reciente del INSS revela que esa proporción se ha reducido a la mitad (2.6 por cada pensionado). Al INSS le entran menos ingresos en concepto de contribuciones de afiliados que proporcionalmente lo que gasta en pensiones“, dijo Sáenz.

Es por esto que considera inevitable una nueva reforma para “reducir gastos y aumentar ingresos”, lo que implicaría elevar las contribuciones de los empleadores, aumentar contribuciones de afiliados y disminuir las prestaciones, incluyendo las pensiones.

“Hasta ahora lo que ha estado haciendo es inyectando fondos del presupuesto, pero eso tiene un límite. Estas soluciones de fachada que ha estado haciendo con la donación de propiedades robadas a confiscados, eso no tiene un impacto en el flujo de ingresos y egresos“, continuó el economista.

Para 2025, se proyecta un déficit adicional de 97 millones de dólares en la seguridad social nicaragüense, evidencia de un fracaso del modelo y la gestión de los últimos 18 años de gobierno sandinista.

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