Dictadura sandinista acusaba a Lesther Alemán de ser pariente del presidente de El Salvador, Nayib Bukele

El opositor nicaragüense Lesther Alemán, ícono de la lucha estudiantil contra la dictadura sandinista, reveló al periodista Jorge Ramos y al diario El País, que custodios de “El Nuevo Chipote” lo acusaban de ser pariente del presidente de El Salvador, Nayib Bukele.

El líder estudiantil describió los momentos de terror y torturas que vivió durante 20 meses de secuestro en el penitenciario de la Dirección de Auxilio Judicial, mejor conocida como “El Nuevo Chipote”, donde verdugos de la dictadura sandinista lo sometían a múltiples interrogatorios, acusándolo de ser financiado y ser pariente del presidente de El Salvador, Nayib Bukele.

“Quiero que nos digas la verdad: hemos encontrado un segundo grado de consanguinidad con [el presidente de El Salvador Nayib] Bukele. Queremos saber cuánta plata te ha entregado el Gobierno de El Salvador y cuánto entrenamiento has recibido”, le preguntaban custodios del penal al líder estudiantil.

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Ante esto, Alemán respondía en tono sarcástico: “¿No cree usted, oficial, que en la barba nos parecemos?”. Pero no solamente lo acusaban de supuestamente ser familiar de Bukele, sino también le achacan que era financiado por el “imperio yanqui” (Estados Unidos).

De la forma mas absurda, según su narración de los hechos, los custodios del penal lo acusaban de ser entrenado por la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) desde sus 10 años de edad; la única “prueba” ante esto, le mostraban un fotografía de su niñez en el parque diversiones de Disneyland, en el país norteamericano.

Torturas psicológicas 

Los interrogatorios sobre ese tema eran constantes. Alemán dijo también haber sufrido torturas psicológicas durante su encierro por 9 meses durante los cuales, describe que era sacado de su celda tres veces al día para hacerle fuertes interrogatorios. En ese momento, aprovechaban para atormentarlo psicológicamente al culparlo por la situación de Nicaragua.

“Siempre intentaron convencerme de que lo que yo había vivido era una mentira. Que me habían utilizado, que era un tonto útil, un operador de la Iglesia, de los obispos, concretamente. Una marioneta del imperialismo, de Estados Unidos, por supuesto. Me habían seleccionado y me habían adoctrinado para que en el [el fallido acto del] Diálogo Nacional interpelara a Ortega”, relató al medio El País.

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Por otro lado, afirma que sus verdugos intentaban convencerlo que su madre lo había “abandonado” que se había “olvidado de él” porque era “culpable” de la destrucción de su familia, en todos los sentidos.

Ante esto, señaló que en algunos ocasiones se sintió culpable por el dolor que había causado en sus padres, por haberse revelado contra el dictador Ortega y su mujer, Rosario Murillo, en mayo de 2018, durante la primera mesa de negociación, donde exigió la renuncia del caudillo sandinista.

Esto lo convirtió en el blanco de los opositores, pero aseguró que no se arrepiente de haber protagonizado su rebelión contra quien asesinó, torturó y secuestró a los estudiantes en las protestas.