“No me dejaron decirte adiós y desde el destierro me impiden visitarte”: el epitafio de Max Jerez a su madre fallecida

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Max Jerez, integrante de la Alianza Universitaria (AUN) que fue encarcelado por Daniel Ortega y Rosario Murillo, y luego de tenerlo casi dos años en prisión lo despatriaron y le quitaron la nacionalidad nicaragüense, escribió desde el destierro unas conmovedoras palabras a su madre fallecida, de quien la dictadura no lo dejó despedirse.
“No me dejaron decirte adiós, amada madre, y hoy, desde el destierro, me impiden visitarte. En libertad extraño tu voz y tus abrazos. Se cuánto esperaste el momento de encontrarnos, pero levanto la mirada y junto a Dios te veo sonreír y hasta el cielo te abrazo. Sí se pudo mamá, te amo!”, reza la frase de Max Jerez en su red social de Facebook dirigida a su madre fallecida.
Jerez expresó en una reciente entrevista a Nicaragua Actual y los medios aliados Despacho 505 y 100% Noticias, que tras enterarse del fallecimiento de su madre, 27 días después, experimentó uno de los momentos más duros de su vida desde el encarcelamiento.
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“No solamente no le pude acompañar en el momento de su enfermedad, de su fallecimiento, sino que también no pude saberlo en ese momento, sino hasta semanas después cuando se nos aprobó una visita familiar y mi familia me había dicho que mi mamá había hablado mucho por mí, que había alzado su voz cuando yo fui detenido y yo no tuve oportunidad de despedirme de ella”, dijo entre sollozos Max Jerez.
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Mala señal
Para Max fue una mala señal que su madre no llegara a la visita familiar ese día en que fue autorizada su familia para llegar a verlo a la cárcel. “Ella envió una carta para mí que pudo entrar sin autorización y en ese momento fue una mala señal para mí y posteriormente se confirmó que ella había fallecido”, dijo conmovido y reveló que no logró ver a su madre ninguna vez desde que lo encarcelaron.
La señora Heidi Meza Torres, de 67 años, falleció el 17 de septiembre del 2021, mientras se encontraba internada en un hospital de la capital debido a derrame pleural y neumonía, sin poder ver por última vez a su hijo, porque así lo quiso la dictadura de Ortega y Murillo al impedírselo en reiteradas ocasiones. La sancionada Policía Sandinista, además de negarle un permiso de salida para que pudiera despedirse de su progenitora, le había ocultado su deceso.