Colectivo de DD.HH. repudia detención de sacerdote de Mulukukú y persecución a la iglesia católica

“Repudiamos detención arbitraria y la continuación de la persecución contra la iglesia católica en Nicaragua”, encabeza el pronunciamiento del Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más emitido este martes desde el exilio, quien se manifestó particularmente en contra de la detención arbitraria del sacerdote Óscar Benavides de Mulukukú.

El Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más repudió la detención del padre Oscar Danilo Benavides Tinoco, párroco de la iglesia Espíritu Santo, en Mulukukú y denunció que es el tercer sacerdote encarcelado por el régimen Ortega Murillo, sin las garantías de un legal y debido proceso.

En el escrito, el organismo afirma conocer sobre la información brindada por la Diócesis de Siuna en donde informa por redes sociales que el sacerdote Benavides fue detenido por policías la noche del domingo 14 de agosto y que desconocen las razones de la privación de su libertad.

LEER: Abogada Yonarki Martínez: Ortega viola derecho de libertad de culto y el precepto del Estado Laico

El Colectivo advierte que la persecución contra la iglesia católica se ha incrementado al punto que la Policía ha impedido el ingreso de feligreses a la parroquia Santa Lucía, en Ciudad Darío, Matagalpa y que pese al asedio, el padre Sebastián López celebró una misa junto a los creyentes, que desde la calle recibieron la comunión, indica el organismo.

Denuncia intensificación de ataques contra la iglesia católica

El Colectivo denunció que “desde el primero de agosto en curso, los ataques contra la iglesia católica se intensificaron con la cancelación de radioemisoras administradas por la Diócesis de Matagalpa, el asedio a varias parroquias, prohibir arbitrariamente realizar actividades litúrgicas como misas y procesiones.

Así mismo, destacan en su denuncia la intimidación contra el sacerdote Fernando Isaías Calero Rodríguez, párroco de la iglesia Nuestra Señora de Fátima, en Rancho Grande, Matagalpa, a quien le impidieron viajar junto a otros feligreses, al recibimiento de la imagen de la Virgen de Fátima en Matagalpa, quitándole su licencia de conducir y la circulación del vehículo.

El organismo también repudia y condena el “proceso investigativo” y encierro ilegal, arbitrario e intimidatorio que la Policía mantiene en contra de Monseñor Rolando Álvarez, Obispo de la Diócesis de Matagalpa, junto a 10 personas más entre sacerdotes y laicos. Además del rechazo por el cerco de antimotines que permanecen rodeando la curia arzobispal matagalpina.

Condenan cierre de medios religiosos y otros

El pasado lunes el instituto del Instituto Nicaragüense de Telecomunicaciones, Telcor, continuó con las cancelaciones de medios de comunicación aduciendo incumplimientos técnicos de la Ley 200, al ordenar el cierre de siete radioemisoras, entre ellas cuatro con perfil religioso tanto católicas como evangélicas, indica el escrito del Colectivo.

Entre estos se encuentran ya silenciadas Radio Stéreo JC de Julián Gaitán, de Siuna; Radio Católica de Siuna; Radio evangélica Emmanuel, en Rosita; Radio de las Asambleas de Dios, de la Universidad Martín Lutero; Radio “La Guarachera”, en Chinandega, Radio Sky, en León, propiedad de familiares del periodista Aníbal Toruño, a quien recientemente le cancelaron Radio Darío; y Radio San Carlos, de Silvio Pilarte.

“Denunciamos la criminalización contra religiosos de la iglesia católica a quienes se les amenaza gravemente su libertad e integridad personal y se les impide ejercer su labor pastoral”, expresan.

VER ADEMÁS: Oposición emite SOS ante ataques de Ortega contra la Iglesia Católica, periodistas y medios de comunicación

A la vez, el Colectivo exige el cese de estas graves violaciones de derechos humanos, en particular la libertad religiosa y de expresión, contra un pueblo que merece libertad, verdad y justicia. Así mismo, reitera su solidaridad a toda la feligresía, a los obispos y sacerdotes que son perseguidos, encarcelados y amenazados, porque no han callado las injusticias contra el pueblo nicaragüense.

Demandaron además la devolución de los bienes confiscados, la derogación de todas las leyes represivas y la libertad de todas las personas presas políticas en Nicaragua.