Madre de Gerald Vásquez denunciará al Estado de Nicaragua por asesinarle a su hijo universitario

Susana López, madre del joven universitario Gerald Vásquez, asesinado el 14 de julio del 2018 por paramilitares y policías de Daniel Ortega y Rosario Murillo, interpondrá denuncia contra el Estado de Nicaragua ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH); proceso que tendrá el acompañamiento del Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más.

El anuncio lo dio a conocer en una conferencia de prensa organizada por el organismo defensor de derechos humanos desde su exilio en Costa Rica, en el marco del cuarto aniversario del asesinato del joven universitario, que aún permanece en la impunidad.

Susana López detalló ante los periodistas independientes cómo fue el asesinato de su hijo dentro de la Parroquia La Divina Misericordia, tras 16 largas horas de violento ataque paramilitar y policial.

Este miércoles se cumplieron cuatro años de ese ataque a la iglesia y cuatro años de impunidad por el asesinato de dos jóvenes: Gerald Vásquez y Francisco Flores.

Wendy Flores, abogada defensora del Colectivo, refirió que las condiciones como quedó la Iglesia La Divina Misericordia evidencia y da cuenta de la brutalidad y la represión policial.

Flores relata cómo fue el ataque letal de los paramilitares, policías y parapolicías, que hicieron uso desproporcionado de las armas como parte de la mal llamada “Operación Limpieza” ordenada por el régimen de Daniel Ortega.

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“Desde el Colectivo hemos comenzado un proceso de documentación de víctimas que han acudido a nuestras oficinas acá en Costa Rica exponiendo la situación de cómo han quedado en la impunidad estos asesinatos”, expuso Wendy Flores.

Violación del derecho a la vida

Agregó que Susana López ha solicitado que se presente ante la Comisión Interamericana  una petición sobre la muerte de su hijo para que no quede en la impunidad.

Aclaró que el Sistema Interamericano sólo puede recibir por la vía de la Comisión interamericana, denuncias por violaciones a derechos humanos

“En el caso de Gerald que incluyen obviamente la violación del derecho a la vida como también a las disposiciones de orden interno por la entrada en vigencia de la Ley de Amnistía que, como bien sabemos, puso una lápida en la búsqueda de justicia en nuestro país”, afirmó Flores.

No obstante -aclara Flores- no significa que esto último sea un impedimento para que el sistema interamericano pueda conocer de las violaciones a estos derechos humanos ya que la Ley de Amnistía en este tipo de casos no debe de proceder por violentar ella misma los derechos humanos.

“Para que en un futuro se proceda con su debida investigación y que los perpetradores, responsables de esta masacre y de la muerte de Gerald Vásquez puedan ser un día sentados ante los tribunales de justicia y puedan rendir cuentas”, subrayó la defensora.

Así mismo, indicó que se incluirá como violaciones a los derechos humanos el exilio forzado, las amenazas y la persecución de parte del régimen de Ortega en contra de los familiares de Gerald Vásquez.

¿Cómo ocurrió la “masacre” en la Divina Misericordia?

Desde horas del mediodía del 13 de julio de 2018 paramilitares armados iniciaron su ataque contra el templo católico al que desataron una jornada de fuego con armamento de guerra, mientras en su interior se encontraba una delegación de la Comisión de Seguridad junto a universitarios que se opusieron al discurso oficialista.

Supuestamente, la comisión se instaló en esta iglesia para acordar entregar el recinto que estaba tomado por los universitarios.

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Sin embargo, la orden de “Vamos con todo” de los Ortega-Murillo hizo que la guerra insolente iniciara y que los jóvenes se desplazaran a sitios de refugios, incluido el templo católico, donde aún permanecen plasmadas las señas de los balazos que terminaron en las paredes y traspasaron la imagen de Jesús de la Divina Misericordia. Fueron más de 18 horas bajo ataque, que dejó un saldo de dos jóvenes muertos.

Víctimas del ataque a la Divina Misericordia

Un informe de Bellingcat, un sitio especializado en investigaciones sobre zonas de guerra, reveló que los agentes antidisturbios y civiles sandinistas utilizaron al menos cinco tipos de armas de fuego: pistolas automáticas, fusiles de largo alcance, rifles AK, escopetas lanzagranadas M-79 y ametralladoras PKM.

Cuando la iglesia católica logró negociar la salida de los jóvenes ya fue muy tarde. Al cumplirse 16 horas de ataque, los jóvenes Gerald Vásquez y Francisco Flores, se rindieron a la muerte tras sufrir impactos de bala. Según relatos de sobrevivientes, una bala en la cabeza terminó con la vida de Gerald.

La iglesia hizo que el régimen sandinista cediera a la propuesta de dejar salir a los jóvenes para que se reunieran con sus familias. Varios buses llegaron en su auxilio para llevarlos a la Catedral de Managua donde se reencontraron con sus padres.