Ortega incrementa todas las formas de tortura contra los reos de conciencia

Tan sólo el Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más documentó desde 2019 a la fecha, 135 casos de torturas ejercidas por los órganos de represión del gobierno sandinista.

El organismo clasifica estas expresiones que vulneran los derechos humanos y la dignidad del individuo, como “un método e instrumento político de la dictadura para sostenerse en el poder a través de la impunidad”.

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“Las personas presas políticas sufren de tortura física y psicológica, afecta tanto personalmente y trasciende hacia sus familiares”, estableció Carlos Guadamuz, defensor del Colectivo.

Guadamuz subrayó que entre las acciones en perjuicio de los hombres y mujeres encarcelados por diferencias políticas están las violaciones al derecho de la salud, la alimentación, privación del duelo, golpizas y amenazas de muerte.

De igual manera, los defensores del Colectivo ven con preocupación la implementación del aislamiento, el sometimiento a condiciones inhumanos y el sobrevivir en espacios totalmente insalubres, todo como parte de la aplicación del instrumento denominado tortura.

“El Colectivo ha documentado a 135 víctimas de tortura; en sólo un período de cinco meses, dos personas presas políticas han fallecido, el ocho de noviembre Santos Sebastián Flores Castillo y el 13 de febrero, Hugo Torres”, señaló Guadamuz.

Salud de detractores encarcelados preocupa a sus familiares 

De manera generalizada, el estado de salud de los más de 170 opositores tras las rejas es complejo y pone en riesgo la vida de ellos. Hay a quienes afecta su presión arterial, episodios cardíacos, dolores en diversas extremidades de su cuerpo.

Las manchas en la piel, la presencia de hongos, la pérdida de peso y de la memoria también afectan a los presos políticos, según han denunciado sus familias al mismo tiempo que ruegan por su libertad inmediata.

Por su parte, Ortega-Murillo los continúan tratando como supuestos “terroristas y delincuentes”, a los que acusan de cometer delitos contra la patria; un discurso que hasta hoy presenta a sus convulsionadas bases y seguidores, pero que a nivel internacional no tuvo, ni tiene credibilidad e incidencia.

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Precisamente es la Comunidad Internacional, alertada por los nicaragüenses pro derechos humanos y democracia, la que demanda al unísono garantizar el bienestar de los presos políticos y proceder a su liberación sin condicionamientos.