Arturo Mcfields revela que ha llorado por las condiciones de la presa política Tamara Dávila

Arturo Mcfields, embajador de Nicaragua, quien denunció a la dictadura de Daniel Ortega este miércoles ante la OEA, conversó con la periodista Lucía Pineda Ubau, directora de 100% Noticias y le confesó su profundo pesar por los presos políticos, particularmente, por la condición de la hija de la presa política Tamara Dávila, a quien la niña no ve desde hace nueve meses.

A pesar de haber manifestado su nivel de temor por lo que pudiera pasarle a él y a su familia, luego de su denuncia, Mcfields refirió que ya no podía seguir defendiendo lo que considera indefendible.

“Me siento libre, me siento libre en el nombre de Jesús y muchos anhelan esa libertad”, gritó con júbilo Mcfields durante su entrevista.

Lamentó también la situación en la que se encuentra José Adán Aguerri, del que recordó su asistencia a su boda, y de todas las personas presas políticas y las condiciones a las que son sometidas, de lo cual dijo que eso ya no es una ideología política, ni justicia, es otra cosa.

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El embajador también reveló que hay miles en las filas del sandinismo queriendo hacer lo mismo que él, pero que tienen mucho temor por lo que la dictadura pudiera hacerles. Reconoció que su actuación de este miércoles es porque él se debe a la gente que no tiene voz y a los presos políticos, no a los gobiernos de turno.

Funcionarios se van por miles en silencio

Refirió que su llamado es a los funcionarios públicos a que hablen y hagan oír su voz, a la vez que reveló que se han ido miles de ellos de las filas del gobierno, de manera silenciosa. Así mismo pidió a la oposición que no trate mal a los trabajadores del Estado que son obligados a marchar para conservar su empleo.

Mcfields también manifestó que aún no sabe si pedirá asilo político y que es una decisión que tomará en consenso con su familia.

“No tengo el cuadro rayado, lo único que sé es que me siento feliz, me siento en paz, ya con eso podré dormir tranquilo, vos sabes que lo que es eso, y que mi hija tenga un padre al que pueda admirar”, dijo conmocionado Mcfields.

Envió un mensaje a los sandinistas que ahora despotrican en contra de él a que ya no sigan repitiendo el discurso de odio que los hace decir la dictadura, a quienes también les pidió que la esperanza sea más fuerte que el temor y que logren derrotar el miedo.

“Yo no tengo odio hacia el gobierno, no tengo odio hacia nadie. Yo lo único que anhelo es que Nicaragua vuelva a ser una República; yo creo que ese es el deseo de mi corazón y que la gente que está presa que la suelten, que la suelten ya, por el amor de Dios, suéltenla, sólo soltarla, ahí déjenlos que se vayan o que se queden en el país, pero suéltenlos a todos porque son inocentes, son inocentes Lucía”, dijo el aún embajador.

Añadió que no sabe qué va a hacer de su vida en el futuro, pero sí quiere poner su grano de arena por aquellos que se están pudriendo en una cárcel, literalmente.

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“Se están pudriendo en una cárcel, literalmente, Lucía, literalmente con hongos, con enfermedades, sin recibir atención médica”, dijo.

En la entrevista Arturo Mcfields se mostró muy conmocionado ante la situación de los presos políticos.