Periodista Iván Olivares: “He decidido poner en resguardo mi seguridad fuera del país”

El periodista independiente Iván Olivares, quien laboró para Confidencial, se vio obligado a exiliarse debido a las presiones que el Ministerio Público ejercía contra él, por el hecho de informar a la población sobre los acontecimientos del país y publicar investigaciones que incomodaron al poder.

Durante el mes de julio, los días 16 y 22, fue entrevistado por el fiscal Manuel Rugama, sobre el caso del presunto delito de “lavado de dinero” en el que implican a la aspirante presidencial Cristiana Chamorro (bajo detención domiciliaria) y la ahora fuera de funciones, Fundación Violeta Barrios de Chamorro.

Olivares denuncia, en una carta abierta dirigida a la Fiscalía, que se pretende manipular y encauzar los señalamientos del régimen en cada cita, irrespetando derechos, marcando duras amenazas de juicios e imponiendo la fuerza ante la verdad.

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“De forma sistemática el fiscal Rugama pretendió inmiscuirse en el fuero interno de mi actividad profesional… En varias ocasiones intentó tergiversar mis palabras e incluso alterar mis declaraciones para que coincidieran con la narrativa oficial del Estado, que busca estigmatizar y criminalizar la promoción y el ejercicio del periodismo independiente en Nicaragua”, escribió el comunicador.

Hasta 2018 trabajó para Confidencial, medio confiscado por la dictadura, luego laboró como periodista freelance, en el período de 2019 a 2020, participó “en dos becas a título personal” en la Fundación Violeta Barrios, con el fin de producir información que aportara al crecimiento y desarrollo de la nación.

“Reitero, a través de este escrito, que nunca he dicho ante el Ministerio Público que la Fundación Violeta Barrios financia a CONFIDENCIAL. Por el contrario, reafirmo que los fondos por los que concursé a título personal y que recibí de parte de la Fundación Violeta Barrios, fueron destinados exclusivamente para cubrir los costos de producción de los reportajes propuestos y acordados”, informó Olivares.

El periodista notó una insistente intención de la Fiscalía por acoplar su discurso de “supuesto lavado de dinero” sumado a amenazarlo con la Ley de Ciberdelito, con la que buscan silenciar a medios, comunicadores y a personas que critiquen o fiscalicen la gestión gubernamental, por ello concluyó para Iván que la opción que tenía era el exilio.

“Para poder seguir ejerciendo el periodismo en libertad y en estricto apego a mi libertad de conciencia, a los valores profesionales y éticos que forman parte de mi compromiso con las audiencias nicaragüenses, he decidido poner en resguardo mi seguridad fuera del país” culminó.

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