Monjas expulsadas por Ortega de Nicaragua cuentan con nuevo hogar en CostaRica

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La hermanas Misioneras de la Caridad, de la orden que fundó Madre Teresa de Calcuta, expulsadas de Nicaragua a inicios de julio por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, ya tienen un nuevo hogar en Costa Rica.
Las 15 monjas que integran este grupo fueron víctimas de deportación por parte de la Dirección de Migración y Extranjería de Nicaragua, luego de que la Asamblea Nacional cancelera el organismo bajo el cual operaban las religiosas en Nicaragua y les confiscaran la propiedad en Granada donde funcionó su sede por más de 20 años.
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Tras su expulsión repentina de territorio nicaragüense, a las monjas las acogió la diócesis de Cartago, donde recibieron todo el apoyo del obispo Mario Enrique Quirós Quirós.
“El obispo les cedió el edificio del Centro de Promoción Vocacional en el distrito de Llanos de Santa Lucía, en Paraíso de Cartago, para que habiten y continúen sus labores desde ese lugar…. dicho centro se ubica junto al templo del barrio San Salvador, de la parroquia de Santa Lucía”, informó el diario La Nación este lunes 31 de octubre.
El acto de entrega del local lo realizó el propio monseñor Quirós desde el 22 de octubre, previo a la celebración de una misa en memoria del papa Juan Pablo II y Teresa de Calcuta, madre fundadora de la orden a la que pertenecen las monjas expulsadas por Ortega.
Loable labor en Nicaragua
“Las religiosas fueron acompañadas por la superiora regional de la rama contemplativa, Madre Gabriela Paz y Puente, y la superiora regional de la rama activa, Madre Agnecita. También se hicieron presentes feligreses de la comunidad paraiseña”, agrega La Nación.
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Las monjas de la orden de Madre Teresa de Calcuta realizaban varias obras de caridad en Nicaragua, entre ellas tenían programas de atención médica con la provisión de medicinas a personas de la tercera edad, un comedor infantil donde alimentaban a más de 100 niños trabajadores de la calle, asi como programas de asistencia a niños que estudiaban en zonas alejadas de sus comunidades y los apoyaban con el pasaje y alimentación.