Salud mental de los nicaragüenses afectada por pandemia y crisis sociopolítica

- Prensa Nicaragua Actual
- Nicaragua Actual
Salvador Zambrana / Alberto Miranda
La situación psicoemocional de los y las nicaragüenses se ha perturbado, individual y colectivamente, tras los efectos bilaterales a consecuencias de la pandemia y la crisis sociopolítica, cuyas principales afectaciones derivan del aislamiento, pérdida de empleos, duelos, violencia estatal, represión, persecución y lucha de intereses creados, a menos de nueves meses de la contienda electoral.
Las principales afecciones y padecimientos, que hombres y mujeres sufren en el marco de la crisis socio-política y sus repercusiones económicas, incluyen trastornos en el sueño (42%), ansiedad (33.4%), depresión (30.9%), y falta de apetito (26.5%), según un estudio realizado en el año 2019 por la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (FUNIDES).
En los últimos meses se ha evidenciado mayor movilidad entre jóvenes adultos a centros recreativos (bares, plazas, parques, balnearios, playas, discotecas, etc…) como reacción a la hartura del encierro, producido a causa del distanciamiento social, pese a estar establecido como medida cautelar para evitar la propagación de contagios por COVID19.
Sin embargo, Eduardo Solorzano, experto en políticas públicas, señaló que la recreación es un gran liberador de estrés, lo cual hace que muchas personas salgan a los diferentes sitios de diversión que hay, a pesar del riesgo de contagio y lo que esto representa para la salud personal y de sus familiares.
Mientras tanto a lo interno del país ciertas libertades individuales y gubernamentales han normalizado la aglomeración en diversos espacios públicos. Por ello, especialistas argumentan que el tema pandémico es un asunto humanamente de responsabilidad, empatía, y conciencia social, proponiendo evitar los contagios a través del autocuido.
- Después de tanto secretismo Minsa presenta en medios oficialistas esquema de vacunación del Covid-19
Javier Barreto, psicólogo y miembro del Comité Científico Multidisciplinario, explica que los efectos de la pandemia, sumado a la crisis sociopolítica son «estresores psicosociales». Los estresores psicosociales son todas aquellas afectaciones internas y externas que pueden ser psicológicamente contraproducentes y agotadoras para la vida de cualquier ser humano porque provocan estrés, ansiedad, frustración, depresión y sentimientos de angustia.
«Nicaragua es un país que desde hace años vive en una situación muy estresante» acierta Barreto, quien a su vez aduce que a nivel centroamericano alrededor de 40-45 % de la población el año pasado se autoencuarentenó”. Lo que, según él, fue una muestra de «conciencia social»: conocimiento que uno tiene de cómo el entorno puede favorecer o perjudicar el desarrollo de las personas.
Una de las recomendaciones más importantes en temas de salud mental ha sido mantener redes de apoyo social. Una red de apoyo social está conformada de amigos, familias, y consiste en estar en contacto con ellos, como uno de los factores determinantes para la resiliencia en el ser humano.
La resiliencia de manera práctica se entiende como la capacidad que tenemos en este caso los seres humanos -explica barreto- para superar los problemas, la incertidumbre y darle curso a la vida y buscar opciones que ayuden a mejorar nuestro desarrollo psicoemocional.
Por ello, Miguel España, investigador social, a fin de contrarrestar el agotamiento psicológico, propone optar por procesos psicopedagógicos a través de programas educativos, radios o redes sociales «Utilizar todos los medios y herramientas que el estado tiene y hacer una política transversal a través de manuales elaborados por especialistas que indiquen, integren, promuevan y orienten cómo manejar el tema de la salud mental».
No obstante, a nivel internacional, según un estudio reciente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la pandemia del COVID-19 ha perturbado y paralizado los servicios de salud mental esenciales del 93 % de países del mundo.
“Como un problema crónico de la financiación de la salud mental: antes de la pandemia, los países destinaban menos del 2 % de sus presupuestos nacionales de salud a la salud mental y tenían dificultades para responder a las necesidad de sus poblaciones” señala la OMS.
Así mismo, un artículo del medio de comunicación Nicaragua Investiga en el 2020, señaló que durante el XXIX Congreso Centroamericano y del Crib de Psiquiatría, se expuso que el presupuesto anual de salud es un 0.8% del presupuesto general de la república, semejante a 86.7 millones de córdobas, lo que en un país de seis millones de persona, equivale a 15 córdobas por personas anualmente agregando que en el país existe un solo hospital dedicado a atención psiquiátrica como es el Hospital Psicosocial José Dolores Fletes ubicado en el km 5 carretera vieja León.
LEER TAMBIÉN: Temor, inseguridad y rechazo a la vacuna provocará firmar carta intimidatoria del Minsa