“Renuncian” dos magistradas de la CSJ con cartas idénticas
Con Centeno y Lewin ya son tres las magistradas que han presentado sus renuncias por razones de salud desde 2022.
Yadira Centeno y Ellen Lewin (de izq. a der.), ex-magistradas de la Corte Suprema de Justicia, bajo control sandinista, que renunciaron con cartas idénticas el 18 de noviembre.
- Nicaragua Actual
La Asamblea Nacional, cooptada por el Frente Sandinista, aceptó las cartas de renuncia de las magistradas de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) Yadira Centeno González y Ellen Joy Lewin Downs, ambas justificando su solicitud por “motivos de salud que requieren atención y tratamiento”.
Las misivas, con fecha del 18 de noviembre e idénticas palabras, fueron leídas en el pleno de la Asamblea el 20 de noviembre y aprobadas de forma unánime por los 91 diputados sandinistas y de partidos colaboracionistas con el sandinismo. Así quedan dos puestos vacantes entre los diez magistrados del tribunal supremo.
La separación del cargo de ambas magistradas, aunque oficialmente voluntaria, posee características que le emparentan con las purgas en el Poder Judicial impuestas desde 2023 bajo presuntas órdenes de la codictadora Rosario Murillo, cuando era todavía vicepresidente previo a la reforma a la constitución de finales de 2024.
En esas purgas fue removida de facto la magistrada y presidente de la CSJ, Alba Luz Ramos, quien desde entonces no ha vuelto a aparecer en público. Previo a la reforma de finales de 2024, la CSJ contaba con dieciséis magistrados electos en 2014, pero conforme los puestos quedaban vacantes, los codictadores no convocaban a elecciones ni hacían nombramientos.
En 2022, la magistrada Ileana Pérez había renunciado igualmente alegando problemas de salud, aunque hubo reportes de que había sido detenida e interrogada por las fuerzas de seguridad sandinistas.
Esta purga y las reformas a la constitución de finales de 2024 cimentaron la posición de Murillo como una igual a Ortega y extendió su poder como ocupantes del Ejecutivo por sobre los demás poderes del Estado, bajo la idea de que este debía “coordinar” al resto del Estado.